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  • Por Ignacio Mayorga Alzate

Equilátero: la búsqueda de la perfección


TSH Sudaca, alter ego rítmico de Jhohan Cifuentes, es uno de los proyectos más inquietantes del mundo del ritmo y la poesía en la capital. Con una inteligencia lírica sobresaliente y una noción universal de lo que hace a la raza humana tan grande y tan frágil, el MC capitalino ha venido trabajando desde hace algunos años en un micro cosmos lleno de símbolos, alegorías y héroes. A finales de agosto el creador presentó Equilátero, un larga duración de trece cortes que es su propio universo autocontenido, un lugar en el colindan reflexiones sobre la crisis del individuo en el mundo fluctuante del capitalismo y el ciberespacio con arcanas referencias a religiones antiquísimas y un leimotiv en el que la palabra se convierte en espada de fuego para abrirse camino en este mundo lleno de incertidumbres.

Producido por Camilo Zúñiga de Zyderal, Equilátero encuentra a este MC con la mirada inquieta sobre la vida en la ciudad, reflexionando entre rimas sobre el camino vital de los habitantes de la urbe, elevando a los seres humanos a una calidad divina en la medida en que todos somos creadores de nuestro propio universo. Con featurings notables de la escena local, como lo son Pezcatore de Rap Bang Club y N. Hardem, la obra de TSH Sudaca se eleva por encima de los lugares comunes de un género para subvertirlos, posicionarlos con dignidad literaria o ironizar sobre ellos. El delivery es fresco: la voz de Cifuentes, aun cuando se refiere a poderosos asuntos del corazón humano, no raya en la histeria violenta o en el convulso alarido, sino que se mantiene intacta, como una montaña milenaria a la que el viento helado no estremece.

En Equilátero TSH Sudaca narra sus historias sobre patrones invisibles construidos desde la geometría, una fascinación que desarrolló el rapsoda al encontrarse con la geografía y la naturaleza del continente suramericano. La geometría como eje de la perfección, como reflexión sobre el equilibrio interno, como referencia a los patrones rítmicos que hay dentro de las formas del rap, se convierte en eje piramidal sobre el que se construye este monumento a la raza humana y su conexión con la madre tierra, del uno con el otro y con la propia felicidad del individuo. La instrumentación es pertinente, las bases de jazz y los samples tomados de músicas foráneas convierten a Equilátero en un documento magistral de lo mejor del rap nacional. Concatenando un lenguaje lleno de sabiduría con referencias a la cultura pop como The Simpsons y el servicio de streaming de video más popular del mundo moderno, Cifuentes construye un propio universo discursivo que exhorta al individuo moderno a conocerse, a realizar un viaje introspectivo que lo lleve a reflexionar sobre su lugar en el cosmos.

Siguiendo el ejemplo de Vinnie Paz de Jedi Mind Tricks. RZA, GZA o Erykah Badu, TSH Sudaca ha logrado crear uno de los álbumes más ricos en simbología y lecturas del hip hop nacional. Sin duda alguna Equilátero dará mucho de que hablar en tiempos futuros pues desde ya se inscribe como uno de los productos más interesantes del género en años recientes, además de ser en este instante uno de los mejores lanzamientos del año en Colombia, en todos los campos.


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