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“Distancia y vejez” continúa demostrando por qué Urdaneta no sólo es magnífico sino necesario

Por Ignacio Mayorga Alzate

En 2016 un quinteto formado por músicos bogotanos influenciados por la movida alternativa en Londres y Nueva York presentó desde su sede capitalina un EP titulado Siglo XXI. Este primer lanzamiento de Urdaneta, proyecto liderado por Antonio José Rico Urdaneta, llegaba después de que la banda hubiera empezado a hacer ruido por SoundCloud, plataforma de streaming cargada de ricas propuestas sónicas que se han convertido en oro en polvo para los escuchas más exigentes del globo. Ahora, después de haber presentado “Escrito” en 2017, la banda vuelve a sumergirnos en su hipnótico sonido con “Distancia y vejez”, canción que se desprende de su primer larga duración Azul parcial, un lanzamiento que promete revitalizar una escena que empieza a tornarse pesada y que cada vez más, a la luz de la movida continental, requiere de propuestas frescas, avanzadas, inteligentes.

Urdaneta es todo esto y mucho más. Bebiendo de una serie de influencias que no les preocupa ocultar, el conjunto construye sobre un camino bien labrado por Cerati o Spinetta y reinventa las bases de su rock de tinte psicodélico con una propuesta sonora sin par en el territorio nacional. “Distancia y vejez”, su más reciente lanzamiento y canción de la semana para 120dB Bogotá, combina acertadamente el compás de la chacarera argentina y el folclor andino con una guitarra transdimensional y una línea de bajo que traza figuras bajo un cielo de neón. Con un acertado audiovisual que acompaña el lanzamiento, dirigido por Duván Duque y protagonizado Gabriela Méndez, Urdaneta logra conjurar un hechizo atemporal que nos habla cerquita sobre el olvido y el desamor.

Urdaneta está construyendo un sonido propio que es potentemente interesante no sólo por el hecho de resultar absolutamente novedoso sino porque también está cargado de una inteligencia poética y estética revolucionaria en la escena. Desde hace algún tiempo esta propuesta viene haciendo ruido por la movida alternativa colombiana, no con el bulloso estruendo de la parafernalia mediática sino con el murmullo acrecentado de voces que van compartiendo un código secreto bajo el cielo gris de una urbe sobrepoblada. La propuesta de Urdaneta es sin duda uno de los exponentes más inquietantes de lo que puede llegar a suceder en un circuito musical ávido de nuevas experiencias de escucha. Ya Sudtopia los incluyó en su Volumen II junto a novedosos exponentes latinos como La Máquina Camaleón de Ecuador o Do Amor de Brasil. Párenle bolas.

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