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Quítese el guayabo electoral con una fiesta extrema

  • Por Redacción 120dB Bogotá
  • 31 may 2018
  • 2 Min. de lectura

Seamos francos: este país apesta. Ya lo sabíamos desde mucho antes que Misael Pastrana le robase las elecciones a Rojas Pinilla en 1970, dando pie a la formación del M-19, recrudeciendo la violencia en el país, etcétera. No hablemos de política. No vale la pena. Ya hemos bloqueado a la tía uribista del WhatsApp y nuestro amigo de la Nacional nos tiene secos en el tema del cambio progresista. Lo cierto es que estamos en una crisis moral, una coyuntura histórica para el país, un momento en el que todo nuestro Facebook es experto en políticas públicas, entiende a cabalidad todos los tejemanejes de la economía y recuerda la toma del Palacio de Justicia y la masacre de 10.000 colombianos inocentes cuyo único crimen fue el haber nacido pobres. En todo caso, previendo que, como siempre, estas elecciones no iban a estar exentas de fraudes, calumnias, peleas familiares y odio entre colombianos, dos bandas locales planearon una fiesta vergonzosamente dionisíaca para quitarnos de encima este tufo insufrible de que vamos directo al matadero.

Los compadres recerdos y la Tromba bacalao han decidido unir esfuerzos para que la resaca electoral se convierta en resaca física luego de toda una noche de bailes y excesos. “Vengan a quitarse las cáscaras, a ponerse una que otra máscara, a perriar a tres duraznos y dos canecas de trash metal reggaetonero con los Compadres Recerdos y a sacudir la cadera en el pogo tropical de La Tromba Bacalao. Beban de los licores del Latino Power, brillen a bota limpia sus baldosas y rómpanse las caderas. Y los caderos”, invita la descripción del evento. Y es que, seamos francos, estamos divididos, al borde de un acantilado sin la certeza de que el pozo bajo nosotros sea lo suficientemente profundo para sobrevivir a una caída o si guarda formaciones rocosas que nos van a dejar hechos trizas. Ante esa alternativa funesta solo nos queda bailar, encontrar un espacio de comunión en el que podamos expresar todos nuestros miedos y exorcizarlos a través de un pogo bien pegadito.

Ya mañana decidiremos, por ahora, quitémonos de encima esta nata de mala onda que nos ha acompañado desde el domingo. Aquí no importa por quién votó o si no lo convence ninguno. Aquí el único voto es a favor de la fiesta. Nos vemos este viernes en Latino Power.

 
 
 

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