Cada nueva canción de Pablo Trujillo es una sorpresa grata. Desde que empezó a reinventar su sonido en 2017 con la publicación de “Súper fuerte” tras su participación en Rock al Parque, el cantautor bogotano ha virado hacia las posibilidades atmosféricas que le permite crear las virtudes tecnológicas del pop electrónico. Aunque la guitarra siempre será su más fiel compañera, lo cierto es que al explorar estas nuevas opciones Trujillo ha creado un producto cada vez más afinado y con un sentido comercial más claro y que no descuida esa fina artesanía lírica que lo ha caracterizado, sino que le permite llegar a lugares más profundos, a veces más oscuros, a través de juegos con modulaciones o alteraciones vocales a través de sintetizadores y máquinas. El viernes pasado el músico presentó “Señorita”, tercer sencillo de su nueva etapa musical, que siguió al estreno antes este año de “Antes de la guerra”, canción que debutó en vivo durante su enérgico set en la pasada edición de Estéreo Picnic.
Co-producida y mezclada por Ernesto Santos (ChocQuibTown, Gaiteros de San Jacinto, Julio Victoria, Odio a Botero, Pedrina y Rio), “Señorita” retoma la exploración que Trujillo inició en “Súper Fuerte” y “Antes de la guerra”, en las que también participó Santos. El encontrar un interlocutor para su nuevo sonido benefició en el sentido de que, al presionarlo el productor a asumir nuevos retos estéticos y a salir de su zona de confort, Trujillo ha logrado encontrar un punto de equilibrio en el que concatena su amor eterno por su instrumento con el auxilio de las nuevas tecnologías. “Señorita” profundiza más sobre los nuevos motivos electrónicos de este sonido renovado. Con la voz enfrente de la composición y algunos sintetizadores de tintes bien oscuros, el cantautor recoge algunas de sus experiencias formativas, aquellas que le generaron temor o crearon un sentido de timidez a una edad temprana, como los animales embalsamados de un laboratorio escolar, una imagen que sobrevive en su memoria, según recordó Trujillo en un preestreno en Radiónica el jueves pasado.
Empero, detrás de la atmósfera oscura que generan los sintetizadores, una guitarra acústica se sobrepone hacia el final de la composición, reforzando un motivo constante de la canción que es el dejar atrás las inseguridades y los lastres que generan un peso emocional molesto. Al “tengo que soltarlo” se complementa su instrumento insigne y un coro bastante pop que eleva la canción del abismo desde el que surge. Ahora, con las canciones de cuatro álbumes encima suyo y con tarimas claves como Rock al Parque, Almax y Estéreo Picnic, Pablo Trujillo está listo para comerse el mundo con un nuevo sonido y una fuerza musical imparable que lo ha convertido en una máquina de hacer canciones. “Señorita” nació rápidamente de una sesión de escritura y en un tiempo récord se cristalizó en el nuevo sencillo que ahora Trujillo nos ofrenda, una canción que nos invita a dejar atrás el miedo y la timidez aunque sea, por un momento, a través de la ayuda de una señorita nocturna.