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Por Ignacio Mayorga Alzate

Los Yoryis exploran cócteles prohibidos en el videoclip de "Polvo e' gallo"


Un fenómeno reciente de las nuevas músicas colombianas es el redescubrimiento de las raíces musicales del continente. Si bien es cierto que desde finales de los ochenta Iván Benavides estaba rescatando las sonoridades relacionadas con nuestra historia local, sólo hasta principios del nuevo milenio explotó una fascinación por mezclar la herencia indígena y afro dentro de las producciones musicales del país. La cumbia, máximo exponente en décadas anteriores del sonido nacional, se vistió de ropajes electrónicos y se camufló en la pista de baile a cargo de nuevos creadores que tomaban las músicas de sus ancestros y las entretejían con neones, máquinas llenas de botones coloridos y un afán global para crear un sonido que no desentonara en ninguna discoteca del planeta. Sin embargo, en este proceso, las músicas disfrazadas perdían parte de su identidad en su prerrogativa de solidarizarse con los mercados internacionales.

Conforme esto sucedía, un grupo de músicos se lanzó a la tarea de rescatar la raíz desde el fondo de la tierra, permitiéndole una nueva vida que respetaba su esencia más pura, prescindiendo en su mayoría de artilugios tecnológicos, pero dándole a estos ritmos base un barniz moderno que devolvería a la cumbia a su lugar esencial en el catálogo musical colombiano. De esta manera, Los Pirañas, Frente Cumbiero, Meridian Brothers, Romperrayo y quienes los siguieron, La Tromba Bacalao o La Sonora Mazurén, por nombrar algunos, supieron reconocer el valor de una tradición larguísima que se había convertido en una música solo explotada, y con sorna ocasional, durante las festividades decembrinas. Así, en febrero de 2016, aparecen Los Yoryis quienes, en formato cuarteto y buscando una economía rítmica que lleva al máximo las virtudes de sus componentes, retoman el legado tropical de las orquestas de cumbia, chicha, raspa y chucu-chucu de la década del 70, cuando Los Hispanos o Los Graduados marcaban la parada en cuanto baile o festejo se presentara por estas tierras.

En Navidad del año pasado, después de haber estado compartiendo activamente su música a través de su canal de SoundCloud y YouTube, la banda estrenó su primer sencillo titulado “Patacón”, un corte de más de cuatro minutos que logra momentos de introspectiva psicodelia conservando las base de la cumbia que es su ritmo líder. Ahora la banda bogotana ha regresado con “Polvo e’ gallo”, una composición más rápida a su anterior entrega que se intercala con sonidos de animales y tiene reminiscencias a los interludios de guitarra de la cumbia peruana de los años setenta, cercana a Los Destellos, Los Titanes o Los Mirlos. La melodía que, como su nombre indica, es corta y muy satisfactoria, tremendamente efectiva para el propósito de ponernos a bailar. Escuchen aquí abajo lo nuevo de Los Yoryis y déjense seducir por su desenfrenado sonido, comprometido con la búsqueda de la identidad cultural nacional y latinoamericana. La semana pasada la banda presentó el audiovisual de la composición, en la que un hombre poco avezado en asuntos sentimentales intenta seducir a una joven hermosa. No es sino hasta la aparición de un bálsamo mágico que le provee poderes sobrenaturales que nuestro protagonista logra concretar un encuentro más cercano con el objeto de su deseo. Vean arriba el video de “Polvo e’ gallo” y a bailar con Los Yoryis.

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