Arrabalero ha hecho un largo y juicioso recorrido por la escena independiente colombiana desde que Juan Sebastián Aguilar dio forma a su primera aliteración en mayo de 2013 en formato trío. Luego, sumando músicos y esfuerzos, logró crear el proyecto que hoy tiene entre sus manos a un ensamble poderoso en el que la improvisación y la libertad se tornan en herramienta lúdica que termina dando forma a composiciones inquietantes y dinámicas, que van desde la explosión de guitarras hasta los susurros de los vientos en unos cuantos compases, para luego volver a caer en un juego de réplicas rítmicas que antes que canciones terminan construyendo recorridos. En 2016 el conjunto estrenó Gris Blanco Negro y con este celebrado debut llegaron a los oídos de la prensa especializada y a importantes circuitos que les permitieron hacer parte de la última edición de Jazz al Parque. Hace algún tiempo la banda había presentado como sencillo “Sudoku”, tema que daba nombre a su segunda larga duración y que rápidamente se convirtió en un favorito de la escena por la potencia y fineza de sus arreglos que, en estudio o en vivo, resultan en un trance apabullante como sólo las mejores melodías logran generar en nosotros. Ahora, este viaje de casi seis minutos tiene un audiovisual perfecto que convierte en imágenes este recorrido de múltiples permutaciones.
La composición, que hace parte del álbum que estrenó el pasado 29 de junio, fue compuesta por Aguilar antes de que estuviera listo Gris Blanco Negro, por lo que data de los primeros momentos de la historia de Arrabalero. “Sudoku” sufrió cambios sustanciales con el arribo a la banda de Luisa Quiroga, quien le montó arreglos en la guitarra eléctrica y en la voz “La última mezcla de la canción fue inspirada después del impacto que tuvo el ingeniero Alejandro Araújo en el concierto de Radiohead”, explica Aguilar. “Sudoku” está construida sobre variaciones de un mismo motivo que a veces y se siente profundamente visceral como luego se plantea etérea y leve. Sobre sus transiciones se construye un vaivén introspectivo que permite que la música de Arrabalero no se preste nunca a la música de fondo, sino que se convierta en una experiencia participativa entre la banda y el escucha, entre la música y la profundidad inconsciente de quienes asumen la responsabilidad de viajar junto a la banda.
“Sudoku” fue estrenada en mayo y se ha convertido en uno de los momentos más vibrantes de la banda en vivo, el crucial instante en el que la banda puede demostrar todo su poderío y su capacidad rítmica, que es tan analítica y sofisticada como lo es apasionada y explosiva. El videoclip de “Sudoku” se compone por una recolección de imágenes de viajes en clave de lo-fi, de una ciudad a otra, desde el aire y cruzando los océanos. La banda quizás y apunta con esto a un constante desplazamiento y errar en la actitud del hombre. Aunque las imágenes se confundan y no permitan fijar puntos en el croquis, lo esencial es el movimiento, la transición, el cambio, única constante de nuestro recorrido. La música de Arrabalero tiene reservado un lugar importante en la escena alternativa local y puede competir tranquilamente con proyectos similares en toda la geografía latinoamericana. La suma de sus partes ha resultado en un conjunto potente y emocionante, que no precisa en la mayoría de los casos de la lírica sino del más natural arrullo pre verbo para crear composiciones conmovedoras de largo efecto. Seguramente esta banda seguirá dándonos sorpresas en todo lo que queda del año.