Desde que su carrera empezó a cristalizarse, Lao Ra se ha convertido en una voz clave de la nueva tropicalidad latina. Laura Carvajalino nació en Bogotá y estuvo involucrada desde edad temprana con la música, primero a través de los monitores de la televisión de su hogar desde los que devoraba todas las influencias de las divas del pop a través de las emisiones de MTV, antes de que se convirtiera en una programación infinita de aliteraciones de Jershey Shore, y luego con bandas adolescentes con las que empezó a conocer los tejemanejes de las presentaciones en vivo. En Londres su proyecto Lao Ra se dio a conocer con el EP de Jesus Made Me Bad, un trabajo de cuatro temas en el que la canción titular la hizo brillar en la crítica internacional como una joven promesa de la música urbana y latinoamericana en 2016. Con este primer lanzamiento llamó la atención de Lucho Brieva y Phil Manzanera (legendario productor colombo británico) quienes la invitaron a participar en un cameo musical en su álbum Corroncho 2, en el que Pernett también llegó a tocar la gaita, que llegó a las plataformas de streaming a principios del año pasado.
El proyecto de Lao Ra, ocurrentemente bautizado como pineapple pop, ha llegado rápidamente a afianzar una base de seguidores lejos de casa, no sólo por la fascinación exótica que tienen los países con estaciones por el color, la vivacidad y las músicas latinas, sino porque detrás hay un cerebro agudo que ha construido una identidad propia, fuertemente enraizada en su ascendencia, pero conectada con los sonidos globales que dominan los clubes y discotecas de Miami, Copenhague o Ibiza. El resultado es un producto fresco que, como la piña madura, causa una impresión duradera y emocionante bajo el calor de los reflectores, cuando los cuerpos entrelazados participan de la mecánica esencial del baile. El videoclip de “Bang Boom” es un despliegue de vivacidad colorida en el que las figuras de nuestro carnaval más emblemático colindan con escenografías industriales, una suerte de “Kamikaze” de MØ con una revisión latina y una necesidad de evidenciar de dónde nacen las situaciones que inspiran las composiciones de la artista. Como la piña, Lao Ra, está férreamente anclada al suelo donde dio sus primeros pasos, allí está la semilla de una música que está comiéndose el mundo entero.
Ahora, gracias al impulso de su propia creatividad, la bogotana ha logrado un lugar importante en los listados musicales del mundo, alcanzando ¾ de millón de escuchas mensuales en su plataforma de Spotify. Gracias a su combinación osada de ritmos tradicionales y electrónica global, aunada a la inteligencia pop que demuestra su capacidad de construir estribillos pegadizos en spanglish, Lao Ra ha llegado a trabajar con Dillon Francis en “White Boi”, canción estrenada hacia finales de septiembre y que ya cuenta con una difusión importante a nivel internacional. Adicionalmente, hace poco, Lao Ra fue seleccionada para hacer parte de la banda sonora de FIFA 2019, en el que ya han aparecido canciones de Bomba Estéreo y Systema Solar, referentes necesarios de la música creada por la artista bogotana.
Lao Ra se presentó en Bogotá por primera vez el año pasado en un íntimo concierto en el que la acompañaron sus amigos más cercanos y ahora, después de un año lleno de sencillos exitosos (por favor no dejen de ver la irónica crítica a la cultura traqueta en "Patrona"), colaboraciones importantes y de que su nombre se encuentre en la prensa mexicana, inglesa y gringa, la artista regresa a casa para un show emocionante en el marco del Hermoso Ruido. Como parte de la inauguración de este evento creado para difundir y celebrar las músicas emergentes iberoamericanas, la artista bogotana traerá un set cargado de vibrantes colores y enérgicas melodías a la capital bogotana, llegando a un público amplio que, además, asistirá a la presentación de Mabiland, Easy Easy y el Rap Bang Club, quienes recientemente presentaron su EP Venus. Con una propuesta llena de inteligencia creativa y contagiosas melodías para tomar por asalto la pista de baile, el show de Lao Ra es uno de los más esperados por los capitalinos, además de la manera idónea de dar inicio a esta fiesta de la cultura que, año tras año, se toma los bares alternativos de la ciudad para llenar de color y música las noches de un fin de semana.