Diciembre es un mes lleno de esperanza, para creer en la magia y en milagros. En este caso un milagro explosivo que llega en forma de alaridos, síntesis de sirenas de carros y extrañas adaptaciones de caricaturas británicas para niños: The Prodigy visitará Colombia. Casi treinta años en el ruedo ha convertido a esta banda de Essex en uno de los actos principales de la electrónica mundial, en padrinos del rave británico y en uno de los precursores y más afortunados creadores del big beat inglés de la década de los noventa, junto con The Chemical Brothers, Fat Boy Slim, The Crystal Method y Basement Jaxx y, aunque esta tendencia marcada por la síntesis de ruidos prestados de lugares no musicales (explosiones, coches de carreras, disparos y sirenas policiales) entró en declive a principios del nuevo milenio, The Prodigy ha sabido mantenerse a la vanguardia con una constante reinvención de su sonido, creando un proyecto contundente que encuentra en un punto medio al raver más luminoso con el punk más disonante. Ahora, después de que su séptimo álbum de estudio alcanzara el número uno en ventas como parte de una tradición que los ha llevado siempre a la cima de los listados, The Prodigy llega por primera vez a los escenarios colombianos, como fue confirmado esta mañana por la organización de Estéreo Picnic.
The Prodigy nació en 1990 del encuentro fortuito entre Liam Howlett y Keith Flint y fue enunciado en honor a un sintetizador análogo Moog con el que Howlett componía una extraña amalgama de sonidos que oscilaban entre loops distorsionados, ruidos hipnóticos y percusiones sincopadas salpicadas de voces prestadas de caricaturas inglesas para niños. Rápidamente la banda se convirtió en un fenómeno tras la llegada del vocalista Maxim y la publicación de su sencillo “Charlie” que saltó desde los raves más secretos a los listados británicos en poco tiempo. The Prodigy llegó al número 2 de estas mismas listas en diciembre de 1991, perdiendo el lugar más importante con una reedición de “Bohemian Rhapsody” que siguió a la trágica desaparición del vocalista de Queen, Freddie Mercury. Pisarle los talones a una de las bandas más importantes no sólo de la movida británica sino a toda la presencia anglo a lo largo del XX con solo unos meses de formación es una proeza que en ese entonces era tremendamente significativo y que hoy aún no deja de asombrarnos. Con The Fat of the Land, su tercer álbum de estudio de 1997, The Prodigy se inscribió en los anales de la historia como una de las bandas claves de esta década, aunque Experience de 1992 y Music for the Gilted Generation de 1994 habían trazado ya un camino vital en Europa y sobreviven hoy con una fuerza implacable que algunos productos electrónicos de años posteriores no tienen hoy en la actualidad.
La presencia en vivo de The Prodigy es uno de los espectáculos claves de esta edición del Estéreo Picnic. Con su séptimo disco No Tourist de este año, creado maniáticamente en tiempo récord por Howlett, la banda ha ratificado su vitalidad y relevancia, creando himnos explosivos como “Timebomb Zone” que conserva la iracunda forma de componer de una de las mentes centrales de la música electrónica. Influenciados por el electro temprano de Cybotron y Hashim y la actitud combativa de actos como Public Enemy o Rage Against the Machine, la música de The Prodigy es uno de los productos más inflamables y peligrosos desde hace casi treinta años. Es un acto oscuro que no teme a la proliferación del EDM pues tiene claro que Calvin Harris et al son apenas una moda y ellos, junto a sus contemporáneos, son the real shit. No hay mucho más que decir. Prepárate Bogotá, este será un show histórico.
más que decir. Prepárense para un show histórico.
