Este año, como siempre, tuvimos una cantidad extraordinaria de lanzamientos en todos los géneros musicales que continuaron ratificando el importante lugar que ocupa el país dentro del panorama global musical. Por ello, en medio de la cantidad extensa de lanzamientos, nos dimos a la tarea de encontrar 30 álbumes que nos hayan cautivado a lo largo de este 2022, pues cada vez más artistas emergen y presentan su música. Es importante destacar que no son estos los únicos, solo algunos que, para nosotros, resultaron esenciales para nuestra música y para mapear la actualidad de la Colombia sonora. Así mismo, estos discos no tienen un orden específico, simplemente responden a nuestro criterio de selección, pero ninguno es superior al otro, por lo que decidimos presentarlos en orden alfabético antes que numerado por un criterio subjetivo. Esperamos que sigan escuchando a estos artista en 2023 y que entren a formar parte de sus repertorios musicales: que los acompañen, los conmuevan y los emocionen tanto como lo hicieron con nosotros. Que se venga el próximo año con toda la nueva música y, ojalá, una situación cultural más amena para nuestros creadores y el público que no deja de creer en nuestras bandas.
Amantina – Vivo, nasty
Muy poco se intuía de Amantina y su ópera prima, Vivo, nasty, con los sencillos que había presentado en una trayectoria de tres años. Esto no quiere decir que cada una de las canciones que presentó previo a su debut no fueran poco menos que perfectas, pequeñas joyas sonoras de particular belleza. Pero es que este disco está por todas partes y bebe de todas fuentes para construir una declaración de principios, artística y estética en la que la pluralidad es la clave del éxito. El disco juega con todos los lenguajes que la canción requiere y va mucho más lejos, creando una experiencia de escucha durante sus catorce cortes que no se parece a nada que hayamos escuchado antes y que, seguramente, no escucharemos después. Amantina juega con el R&B, el funk, el synth pop, el perreo y las voces deformadas (convertidas en elementos armónicos) a lo Kanye en 808s & Heratbreak. Es un disco que se tomó su tiempo de gestación, pero cada segundo valió la pena. Con paciencia, rigor y visión artística Amantina hizo florecer de la nada una orquídea de frágil belleza, cada pétalo de un color único, sorprendente, original.
Ana María Vahos – Los días
Insistir sobre el trascendente momento del que goza el país en materia de cantautoras es un ejercicio bastante oportuno. Baste decir que Ana María Vahos ha llevado la orfebrería de la canción muy lejos con un primer disco delicadísimo y frágil como la primera luz de la mañana. Acompañada de una guitarra tímida y una voz reflexiva y profunda, la antioqueña ha recopilado una colección vívida de postales en las que el tiempo se congela en el instante preciso en el que el amor es perfecto. Vahos fija con elegancia ese sentimiento volátil del deseo y el cariño, del anhelo y del reencuentro. Son canciones que beben de la influencia directa de varios actos latinos, principalmente la Natalia Lafourcade tras su encuentro con Los Macorinos, pero que se sustentan sobre en lenguaje propia, una suerte de ingenuidad heroica que desnuda el alma de presunciones y la presenta libre en su vulnerabilidad y fortaleza en su posibilidad de sentir el amor más profundo o de hacerse trizas contra el suelo, cuando a ese otro a quien esperábamos prolongó su visita por la lluvia y el frío. Es una colección íntima y cálida, una selección precisa de colaboraciones, un disco hecho con espíritu y minucia.
BALTHVS – Cause & Effect
BALTHVS es un proyecto vital en la escena del rock bogotano. El trío ha venido trabajando durante dos años para convertirse en una fuerza nueva que revitalice las formas del discurso musical de la capital, siempre tan lóbrego, irónico, tan Chapinero. Jugando con los sonidos del rock de guitarra más introspectivo de la década de los setenta, la orquesta a tres partes ha creado en este álbum una propuesta de valor en la que la psicodelia dialoga ejemplarmente con parte del extenso repertorio de ritmos de nuestro continente. Su primer álbum estaba aún muy cercano a sus influencias, pero en dos años BALTHVS ha creado una identidad propia que nos abraza y nos invita a reconocernos en cada parte del mundo, en cada detalle de este mundo que es perfecto, si aprendemos a verlo. La música del trío es tremendamente evocativa y tiene una calidad casi esotérica en cada una de sus composiciones. Esto, sin embargo, no los convierte en un trío de hippies: BALTHVS trabaja incansablemente y ello les permitió llegar este año a Rock al Parque, además de ser una de las pocas agrupaciones nacionales que han aprovechado su paso por SXSW más allá de las fotos para redes sociales y han logrado una gira por los Estados Unidos en el corto tiempo de su estancia en la convulsa Austin.
B-Liv (Jairo Guerrero) – Madre Cumbia
B-Liv es el seudónimo artístico del colombiano Jairo Guerrero, radicado en Ciudad de México desde hace dos décadas quien, con más de 25 años de carrera en el mundo de la música, la radio y la producción. Madre cumbia es un disco que sonoramente encuentra puntos comunes entre su país adoptivo y su denominación de origen. Es así como B-Liv ha dado forma a un proyecto híbrido en el que explora las muchas manifestaciones de la cumbia en ambos territorios: desde la cumbia tradicional del Atlántico y Pacífico colombiano, pasando por la del Barrio Bravo de Tepito en Ciudad de México, hasta llegar al fenómeno de la cumbia sonidera y rebajada de Monterrey. Esta mixtura de influencias se conjuga a través del lenguaje universal de la música electrónica para dar forma a un disco esencial que juega con varios lenguajes para construir canciones poderosas y dinámicas que no solo funcionan en ambos territorios, sino que son susceptibles de poner a bailar a todo el globo. En Madre cumbia, B-Liv sigue probando su inteligencia como productor electrónico, entendiendo la identidad de los sonidos que conjuga para crear una fusión única y diversa que construye sobre el extenso diálogo cumbiero entre México y Colombia.
Black Mambo – Magdalena
Black Mambo es un cóctel sonoro que valora la riqueza de su geografía propia y la pone en diálogo con los lenguajes mundiales del house y el deep house. Su propuesta entreteje la tradición con lo contemporáneo y, siempre desde el respeto y la admiración, el dúo ha encontrado la inspiración en la riqueza vegetal y animal de Colombia, en los sonidos ancestrales del Pacífico y el Caribe. Magdalena es su primer álbum como banda y estuvo gestándose más de tres años. La base principal de inspiración para el disco fue un viaje que la banda realizó en bote por Puerto Colombia, en el Atlántico, a través del histórico río Magdalena. Sorprendidos por la relación entre los pescadores y el cuerpo de agua, Black Mambo presenta una reflexión en clave electrónica para volver la mirada sobre la importancia de los ríos en todo el continente latinoamericano. De esta forma, estos once cortes, que llevan el nombre de varios afluentes colombianos, se convierten en una celebración de la riqueza ecológica, vegetal y animal de nuestro país. Magdalena,sin embargo, no es solo un disco finamente ejecutado, sino un grito de auxilio que se traduce en una nueva forma de apoyar a la riqueza natural colombiana. Black Mambo ha unido esfuerzos con marcas y fundaciones para ceder un porcentaje de las ventas digitales y físicas del álbum (en vinilo y casete) a causas que propenden por el rescate de esta importante fuente de vida e inspiración.
Buendía – El álbum de las ilusiones
Buendía tiene un respeto por la artesanía de la canción. En su tercer álbum, el músico bogotano crea una colección de ilusiones marcadas por una hibridación tropical en la que colinda África, el Caribe y una sensibilidad andina prístina que invita antes que al baile a la contemplación, el abrazo y el “te quiero” susurrado. Es un disco cargado del optimismo que caracteriza el sonido del cantautor y compositor, guiándonos por las reflexiones que lo ayudaron a sortear esos dos años de encierro de los que empezamos a recuperarnos apenas. El álbum de las ilusiones es minimalista y cercano, intimista y empático. Es un disco que se canta de tú a tú y mirándose a los ojos, sin la jerarquía del que mira desde arriba que permite la tarima como espacio de enunciación. Sus once cortes denotan a un artista que juega y se divierte sobre las cuerdas de su guitarra, imitando animales tropicales o jugando con silbidos como parte de los elementos armónicos de sus mezclas detalladas y precisas. Buendía se toma su tiempo siempre para crear y lo hace bien: sin afán, con emoción sincera, con invitados ejemplares.
Cimarrón – La recia
La recia es el primer álbum de Cimarrón sin el arpista Carlos Cuco Rojas, quien falleció en 2020 y habría sido cofundador de la banda junto a la expresiva Ana Veydó. Luego de que su anterior disco fuese nominado en ambas ediciones de los Grammy en 2019, Cimarrón pega con fuerza en este nuevo esfuerzo que sirve para replantearnos la idea que tenemos de folclor en el país. “Este álbum nace para cuestionar la idea del mestizaje como un encuentro feliz de personas, culturas y sonidos, porque ese supuesto baile colorido es lo que se está usando para hacer negocio con el folclor desde las grandes disqueras y se está desconociendo una historia de dolor y pérdidas. Como artistas de región, lo que nos queda es mostrar con honestidad las transferencias espirituales que han marcado nuestras músicas”, expresaba Ana Veydó durante la presentación del disco. La recia también marca una reflexión sobre el lugar de la mujer en la cultura llanera, pues ésta tiene que ganarse su espacio en la sociedad a fuerza de mostrarse fuerte, valiente, fiera. Es un disco que zapatea descalzo sobre las arenas ardientes de la Orinoquía y atraviesa el río Meta y Manacacías para intentar comprender a cabalidad los sonidos de su región pues, más allá del joropo, exploran el numerao y el cunavichero de la tradición llanera. Así mismo, es la primera vez que se ha utilizado el manguaré amazónico, un instrumento de percusión, en una grabación musical.
Combo chimbita – IRE
El camino trazado por este ensamble colombiano emplazado en Nueva York es extenso, lleno de bifurcaciones y se ha recorrido con los pies descalzos para conectar con la raíz de la tradición y mirando al frente para repensar nuestra identidad para el futuro. El estar lejos de casa les ha permitido reflexionar con perspectiva sobre la sangre que corre por sus venas y los ritmos que bailaron sus abuelos para entenderse en un presente globalizado, tumultuoso y en el que el odio, desafortunadamente, prolifera en el discurso de las redes. Carolina Oliveros tiene una voz única, confrontativa y rebelde que se impone sobre las poderosas melodías de once canciones construidas sobre una base de cumbia, dembow, reguetón, joropo, jazz, dancehall o trip hop. Es un recorrido vibrante y enérgico del que se desprenden momentos de pausa y reflexión que, como mantras, apaciguan el espíritu conforme vapores de plantas de poder de los pueblos originarios nos envuelven para que las ilusiones modernas no nos cieguen. Y, sin embargo, ahí está el ritual en el centro de la enunciación del disco. Marcado por el sincretismo y una importante presencia de las reflexiones de la religión yoruba, que van desde el nombre del disco a cortes como “Babalawo” o “Todos los santos”, IRE es una joya de raros colores, extraída del centro mismo de la tierra en el que duermen los dioses de nuestros ancestros, con costras de barro sobre sus párpados.
Dawer X Damper – Donde Machi
El dúo caleño Dawer X Damper llegó para romper todos los esquemas en la ideación y presentación de un proyecto musical en nuestro país. Es una apuesta arriesgada que coquetea con el lenguaje de la cultura pop para resaltar la manera en la que se vive la cultura popular en los territorios más complejos de la Sultana del Valle. Donde Machi es su primer álbum y, como no podía ser de otra forma, es una sólida declaración de principios artísticos, estéticos y musicales. Solo a Dawer X Damper se le podría ocurrir presentar un disco de trece canciones con un solo sencillo anteriormente presentado, apostándole a la excelencia musical de doce cortes inéditos. Más aún, es el primer álbum en la historia de la corriente urbana latinoamericana que se erige como un proyecto conceptual, narrando una historia compleja a través de una narrativa enmarcada en trece videoclips. Los hermanos le rinden homenaje a la casa en la que crecieron de niños, a cargo de la señora Machi, quien los cuidaba, para recordar cómo nació su amor por la música, pero también para explicar cómo lo privado incide en lo público, cómo el cuerpo es sujeto que percibe y es percibido y sobre éste existen narrativas transversales de las que no puede escapar. Es una maravilla de la música contemporánea y la muestra evidente de que hay que volver con muchísima más atención la mirada hacia lo que sucede en nuestro Pacífico musical.
El Kalvo – Algarabías
No conforme con lanzar un disco oportuno y exquisito, El Kalvo acompañó el lanzamiento de Algarabías con un libro de lujo ilustrado por amigos y colegas del mundo de las artes gráficas. Corroborando su habilidad como uno de los mejores raperos de su generación, el rimador bogotano vuelve a crear una propuesta avanzada y elocuente en la que plantea su propio universo textual cargado de imágenes capitalinas y una forma muy propia de ver el mundo de la corrupción, del amor y los pequeños rituales que le dan sentido a la vida. Iniciando su disco con un trabajo sobre uno de los monólogos más inquietantes de Neon Genesis Evangelion, El Kalvo plantea un recorrido por beats de aristas extrañas creados por la genialidad de Hi-Kymon o Mismo Perro. Con un delivery fresco y tranquilo, el MC bogotano va a la velocidad que le marca su propio carisma: no tiene que subirse a un bólido a toda mecha para conseguir que sus canciones tengan un efecto inquietante en su oyente. Antes bien, da más importancia al carácter introspectivo de sus letras para crear cortes complejos en los que la belleza de lo cotidiano se entreteje con dudas existenciales e irónicas miradas filosóficas a la sociedad del consumo. Es un disco para escuchar una y otra vez, para perderse en la rima sagaz, para tratar de ponerse en la piel de un De Greiff contemporáneo, un aedo al que le susurran las musas de los muros y el concreto.
El Leopardo – Solsticio
El sonido de El Leopardo enlaza mundos. Después de la presentación de un celebrado EP y de varias fechas claves en el circuito de la electrónica mundial El Leopardo, heterónimo de Daniel Broderick (Dani Boom), presentó su álbum debut el 22 de abril, Día de la tierra. En Solsticio El Leopardo recorre la selva para entender los lenguajes ancestrales del canto de las aves, el sonido de la lluvia eterna cayendo de un follaje espeso que cubre el suelo y las voces de los ancestros a las que se acceden por medio del trance que propician raíces y frutos sagrados de los pueblos originarios del continente americano. Solsticio es un diálogo desde la máquina con el mundo exuberante de la selva antigua, intentando llegar a esos resquicios ínfimos a los que ningún hombre ha llegado, viajando a través de la consciencia colectiva de los árboles, la tierra y el río. El Leopardo es el sonido de un raver viajando por lo profundo de la selva, lejos del caos de la ciudad, pero adentro del caos del río, el manglar y el volcán dormido.
Elsa y Elmar – ya no somos los mismos
El proceso de reestructuración luego de la partida del bien amado es una tarea compleja que toma tiempo, que requiere sacrificio y que a veces cura con canciones. Elsa y Elmar se reencuentra consigo misma luego de una difícil separación, intentando volver a enunciarse desde la primera persona del singular, dejando el plural cómodo en el que se diluyen las identidades para crear una única persona. Hasta allí lo biográfico, porque no hay canción de esta artista santandereana que no haya sido escrita por su mano; es decir, que no esté iluminada por el aura de sus emociones a flor de piel, desde la más honesta manifestación de cursi romanticismo hasta la más visceral de las despedidas. En ya no somos los mismos Elsa se sabe más madura, más mujer, más artista y toma la decisión de seguir adelante con sus intuiciones como guía, con su diversa paleta de influencias como Pantone de sus lienzos. Es un álbum honesto y doloroso que transita entre géneros y que encuentra la paz en la libertad plena de volver a ser uno mismo, convirtiendo el recuerdo del otro en parte de ese camino del que venimos, que signa también hacia dónde vamos, pero por el que no habremos de volver. Es perfecto.
El turco perro – Carnavaleado
De la primera alborada hasta la última verbena El turco perro, proyecto del músico, cantante y compositor Mauricio Byfield, celebra la diversidad de la fiesta popular colombiana. Carnavalaeado es un documento de doce cortes que recoge la experticia interpretativa y melodramática de Byfield, probablemente uno de los frontmen más emocionantes de la convulsa escena neotropical bogotana, conforme transita regiones, estados de consciencia y fiestas de barrio y cerveza de tibia espuma. El carnaval es el espacio de la subversión, el lugar en el que el bufo puede ridiculizar al poderoso, el espacio fértil del que nace la literatura moderna con la novela de Don Quijote. Pero eso es Europa hablando. Y Byfield intenta ser lo más cercano a una identidad colombiana pura, si esto fuera posible, con su discurso en el que busca abarcar pluralidad de ritmos con el acordeón como guía. Es un contrasentido: el instrumento de fuelles tiene un origen alemán, pero solo en nuestro territorio es capaz de soltar plañidos de tan agudo jolgorio. No es un tratado de antropología, tampoco, es antes bien una celebración de todas estas diferencias y contradicciones que dan forma a una identidad extraña, un lugar en el que cuando se debe llorar se baila y, a veces, cuando se está bailando suena la pólvora y caen los cuerpos abatidos sobre el suelo empolvado.
Felipe Orjuela y la Nueva estudiantina electrónica – La nueva estudiantina electrónica
Felipe Orjuela no quiere detenerse. No puede detenerse. Es una máquina que devora canciones, las desnuda hasta entender cada una de sus partes y las convierte en fascinantes melodías nuevas. Desde su EP Amargura continental, el multiinstrumentalista bogotano ha probado que ha entendido las lecciones de quienes le preceden y se la juega en cada lanzamiento al todo por el todo. La música de Orjuela está embebida de la historia musical tropical de décadas, viajando hasta las primeras grabaciones de los Trovadores de Barú y el Quinteto Alma Guajira, pasando por la larga trayectoria de Calixto Ochoa, Lizandro Meza o Alfredo Gutiérrez y encontrándose con el parche de cumbia cachaca de Galeano, Álvarez y Ojeda. Pero la Nueva Estudiantina no es un producto derivativo: es una propuesta que inventa y se impone. Es lúdica, se divierte en el ejercicio de su interpretación virtuosa, pero está revestida de una seriedad y un respeto hacia la melodía, hacia los trances sonoros por el que puede llevarnos una composición elegante. Orjuela tiene frente a sí posibilidades infinitas. Felipe Orjuela no puede detenerse.
Feralucia – La flecha
En un lugar herido de la sensibilidad herida de Paula Soto anidan canciones que tardan años en romper la cáscara de calcio y convertirse en aves de extinta belleza. La flecha, su segundo álbum de estudio, la encuentra jugando de pleno con el poderío imbatible de su voz emplumada, para elevarse lejos del mundano paraíso de los amantes, las montañas a las que cantaron los poetas y los cielos teñidos de luz naranja sobre cúmulos de cristales de hielo. Es un disco desgarradoramente humano y honesto. Una apuesta por volver a la canción a pesar del juego con los ropajes electrónicos, de volver a la herida de la que mana la vida y la historia, de regresar al canto como instrumento melódico. Feralucia entiende los colores de su voz y con ellos tiñe el pentagrama, dando forma a poemas que sobrecogen por la humanidad detrás de su factura y la inteligencia artesanal detrás de cada palabra, detrás de cada inflexión. Es un álbum nocturno e intimista. Cuando se enuncia desde la segunda persona del singular realmente se habla a sí misa, se reconoce en el otro ausente, en la huella ardiente que dejó el surco de saliva sobre su carne. La flecha es un álbum conmovedor y emotivo. Una delicadeza frágil y hermosa. Inasible.
Flash Amazonas – Uva-uva
La crítica especializada ha insistido en la imposibilidad de que un proyecto como Flash Amazonas exista. Es una visión efectista y exotista. Sobre todo, dos décadas después de que empezara el nuevo milenio. Flash Amazonas puede existir, y debe existir, porque estamos en un mundo globalizado, en un espacio digital en el que las fronteras se sortean con los dígitos de las manos surfeando sobre un teclado de computadora conectada al hiperespacio. No es extraño que un músico japonés, son sede en Tokio, y otro colombiano, con sede en Madrid, compartan, creen y dialoguen. No ahora. Ya nunca más. Lo que sí es cierto es que Uva-uva, segundo álbum del dúo formado en 2019, es uno de los documentos más delirantes entre géneros que vio la luz en 2022, una apuesta por el sincretismo cultural, musical y estético que reúne la mente de dos productores y compositores avezados cuya única limitación es el hecho de que el tiempo sea finito y que las canciones tengan que acabar. Uva-uva es un álbum colorido y emocionante, juguetón y rebelde. Más allá de eso no hay sorpresa, hasta los propios músicos ironizan sobre ello en “Koiki Na Ippiki Ookami”: “Oiga es que está rebueno este tema, güevón. Es que oiga esa línea de bajo tan chimba. Oiga, no, qué remachera. Es que me encanta este tipo de música. Japón y Colombia, güevón, qué locura”. En Tokio y Seúl suena Rosalía, en Fontibón escuchan BLACKPINK. Aún hay en Madrid alguien cantando “Sobakasu” de Judy and Mary.
Jimmy Salcedo y su onda tres – El mundo de Jimmy Salcedo y su onda tres
Jimmy Salcedo es una de esas figuras más grandes que la vida que la historia ha ido olvidando poco a poco. El músico nacido en Mompox, que podría haber tenido cuna en el universo literario del cartagenero Roberto Burgos Cantor, muy pronto se convirtió en leyenda en la escena de griles y amanecederos bogotanos, convirtiéndose en una figura heterodoxa en la música tropical de la década de los setenta. Después de regresar de una larga gira por Europa con su primera orquesta, los Be-Bops, Salcedo estableció en la capital su famosa Onda Tres, agrupación vibrante que aprendió a combinar con inteligencia la retórica tropical con ritmos “modernos” de otras geografías. Salcedo se convirtió en una de las figuras visibles de la explosión de la industrias del entretenimiento durante la década de los setenta y ochenta, auxiliando a músicos debutantes a encontrar más rápidamente la fama en su entrañable programa de televisión El show de Jimmy. Este álbum es apenas un primer paso para recuperar su memoria y limpiar su legado de la narrativa del escándalo, el exceso y la tragedia.
Junior Zamora – EGO
Aguablanca es una de las canteras artísticas y culturales más importantes de Cali desde hace cinco décadas, cuando una población migrante se estableció allí buscando mejores oportunidades luego de los Juegos Panamericanos de 1971 y el maremoto de Tumaco en 1979. Es un espacio de dinámicas complejas, pero en el que la creatividad está a flor de piel. Entra Junior Zamora, uno de los talentos más inquietantes de la última década sonora del país, una voz que está revitalizando el R&B desde la raíz, pero impregnándolo con una identidad única que narra el espacio de cuatro comunas que fue su primer territorio. El cantante, productor y multiinstrumentalista dio forma en su álbum debut a tres personalidades escénicas, que presenta en sus presentaciones en vivo, en las que juega con distintas aristas de su identidad musical. Influenciado por la música eclesiástica que fue su primera escuela cuando hacía parte del coro de su iglesia, Junior Zamora construye un álbum pletórico de inventiva musical, sacro en su blasfema visión del amor como una física experiencia religiosa, plural en la calidad y diversidad de sus invitados. EGO es un álbum creado minuciosamente, inteligente, explosivo.
La Perla – Callejera
Ocupar el espacio de la cumbia desde la interpretación antes que de la danza es para un colectivo de mujeres ya una revolución. Sin embargo, La Perla va mucho más lejos en su declaración de principios y en Callejera construye un recorrido de doce canciones que transita entre ritmos, bailes y acentos de los que el trío es estudioso desde hace años. La banda, que se conoció hace más de una década en las ruedas de gaita y bullerengue que se celebraban en la capital colombiana, mantiene vivo el espíritu de su primer encuentro al traducir la experiencia ritual de las músicas raizales en la grabación y producción del disco. Pareciera que as tres mujeres estuvieran en la sala de una casa, en el centro de una gran maloca de guadua en la Candelaria, bailando entre el fuego de una fiesta en el que colindan identidades, voces y estados de consciencia. Callejera tiene un elemento de oralidad que es importante, un subrayado en las voces que se convierte en una experiencia coral en el que los instrumentos acompañan con sus acentos de cuero y de semilla, en el que el cuerpo que se enuncia se encuentra en el centro del discurso como máquina perfecta de la que nacen canciones, a veces de la celebración, a veces del recuerdo, otras tantas del dolor y la ausencia.
Lucrecia Dalt - ¡Ay!
La pereirana radicada en Berlín ha interiorizado las lecciones de su trabajo como compositora para cine y TV, disponiéndolas como herramientas para deconstruir los géneros latinos en este recorrido de minucia musical e inteligencia arquitectónica. La artista parece coger gruesos pedazos de hierro, de ásperas aristas, de piel helada, y prenderles fuego por un momento para moldearlas con tímidas manos, con delicada paciencia. El resultado es un decálogo sonoro que prueba que los ritmos tradicionales del bolero, el son y otros géneros clásicos de la canción latinoamericana con los que creció, pueden transformarse, mutar, seguir evolucionando. Es un recorrido narrativo centrado en la entidad extraterrestre de Preta, quien llega a nuestro planeta para enfrentarse por primer vez con nuestros conceptos de tiempo, corporalidad y amor, conforme crece y aprende a comprendernos. Es una reflexión filosófica aguda que desnuda el alma científica de Lucrecia Dalt, quien en principio es ingeniera geotécnica. A esta artista le preocupa la forma y todo lo que está contenido y aprisionado en ella. Lucrecia Dalt abre la canción, la estudia con una lupa potente, juega con sus partes diminutas y luego la convierte en algo completamente nuevo y extrañísimo. Es uno de los mejores discos del año, dejando de lado las denominaciones de origen.
MNKYBSSNSS – Solar
A estas alturas no debería sorprender que el dúo barranquillero conformado por Kike Vélez y Mono Urina lance discos imponentes, elegantes y de factura perfecta. MNKYBSSNSS lleva ocho años creando canciones cálidas, vibrantes y optimistas que sobrecogen por la naturalidad aparente con la que son hechas. Pareciera que todo se diera para este dúo de músicos y productores, pero lo cierto es que detrás de las sonrisas caribeñas de las que nos hemos acostumbrado a ver cuando se presentan en vivo, hay horas de ceños fruncidos, concentrados en dar forma exacta a cada una de sus composiciones. Terminado en California, Solar es un disco de nueve canciones que transmiten energía positiva que se canaliza a través de instrumentos retro, sintetizadores modulares, bajos robustos y voces influenciadas por el sonido funky de actos como Jungle, Darius o Alfie Templeman. Es un álbum en el que la banda ratifica cuán cómoda se siente componiendo tanto en inglés como en español y en el que exploran varios colores que van desde la identidad rockera del corte titular a las armonías de disco que subyacen en varios de los cortes que dan forma a este objeto extraño y opulento que chispea bajo un orbe ardiente de fuego que ilumina cada segundo de sus más de cuarenta minutos.
Monte – Tierra caliente
No confundir con el también excelso proyecto solista de Simón Mejía, cofundador de Bomba Estéreo. Este Monte se erige majestuoso en la capital del departamento de Santander, espacio de grandes cantautores y ahora de vibrantes agrupaciones. Tierra caliente es un debut sobresaliente para un quinteto que se ha tomado la tarea de estudiar con rigor los ritmos que les interpelan su sensibilidad: la cumbia, el soukous, el currulao, el rock y la psicodelia. Con una presencia central de una guitarra ácida y afilada, Monte propone una visión musical que celebra el mestizaje y el sincretismo, sin apelar a puritanismos que ya no importan en el discurso contemporáneo, pero que la sensibilidad atávica necesita para facilitar su perezosa labor clasificatoria. Monte es un animal único que ruge en la espesura de la manigua desde múltiples acentos, celebrando lo mismo el legado de revolucionarios músicos africanos como la parrandera identidad de folcloristas patrios. La banda se decanta por la instrumentalización y aprende a jugar con elementos corales como aspectos melódicos que se reiteran como mantras e implican una experiencia más cercana y reflexiva de la música.
Mr Bleat – Amar y perder
Mr Bleat es una de esas bandas que sin importar qué decida hacer lo va a hacer con una calidad sobresaliente. Durante quince años han estado creando un catálogo emocionante de canciones que, en la voz delicada de Sara Rodas, se convierten en himnos sobrecogedores para encontrarnos con el lado más melancólico de nuestro espíritu. Amar y perder llega siete años después de su anterior esfuerzo discográfico y es un diálogo entre máquinas para intentar dar forma al desarraigo espiritual que sobrevive a la partida del otro amado. Decir que es un álbum de desamor es quedarse corto: es un disco que menta el caos y las revoluciones internas que nos llevan a reencontrarnos con la persona que somos luego de haber sido y de habernos permitido que el cariño, el afecto y la rutina nos transformara. La banda deconstruye las formas de la canción pop y juega con estructuras que rompen la geometría musical a la que nos hemos acostumbrado a fuerza de haber escuchado, una y otra vez, las mismas historias. En manos de este trío paisa hasta los temas más universales parecen brillar con una luz nueva, convirtiéndose en una novedad sorpresiva que puede decir aún más cosas sobre lo que ya se ha dicho tanto y desde hace tanto tiempo.
Nicolás y los fumadores – Dios y la mata de lulo o ¿qué hacer en caso de que haya perdido la luz?
Nicolás y los fumadores es una banda que domina un juego que ella misma se inventó. Y es que hace mucho tiempo no existía en el país una banda que pudiera generar tanto fanatismo, identificación y simpatía como el cuarteto bogotano. Desde hace cinco años esta agrupación elocuente ha cristalizado las formas del aburrimiento juvenil y las ha llevado a miles de rostros anónimos que recorren las ciudades como por inercia, viviendo porque hay que vivir, bebiendo porque hay que beber. Dios y la mata de lulo o ¿qué hacer en caso de que haya perdido la luz? es un disco maduro en el que la banda asume la dificultad de habitar esa nebulosa identidad que no es ya la adultez plena, pero tampoco esa adolescencia continuada del principio de los veinte. En ese respecto, su inteligencia para retratar las situaciones cotidianas con humor negro solo ha mejorado en disciplina cínica: sus canciones son tan agudas y mordaces como aquellas de Como pez en el hielo, pero son más sofisticadas en sus figuras, más elegantes en sus imágenes, más creativas en sus comparaciones. Más aún, instrumentalmente, la banda ha crecido colosalmente, evidenciando un recorrido juicioso que los ha llevado de ser una banda de pequeños venues, a una de las favoritas y más esenciales del contexto indio rolo. Son los papás dentro de los hijos.
No Rules Clan – El Puente
De Pantone a El Puente No Rules Clan ha recorrido un largo camino en muy poco tiempo. Jugando con versos más largos y construyendo imágenes narrativas antes que ponches efectistas, el colectivo paisa ha avanzado en su sentido poético para construir cortes emocionantes e ingeniosos que igual y juegan con las dinámicas del barrio para mantener su identidad y lugar de origen en la primera línea. A nivel productivo, No Rules Clan juega con mezclas drumless, creando cortes cinemáticos y envolventes que nos sumergen en un espacio concreto que desdibuja los límites del mundo real para construir su propio lugar, un puente en el que se reúnen maleantes y poetas, artistas y fumatas. Construyendo un diálogo con MC’s de los Estados Unidos, No Rules Clan juega con su poesía para adecuarse a las formas del discurso anglo desde el que se enuncian Da Buze Bruvaz, Al.Divino o CRIMEAPPLE, pensando también en conquistar la tierra del Norte, cuna de este discurso de casi cincuenta años que le ha dado voz a los invisibles. Los instrumentales son certeros y calculados, de una artesanía elegante, como un sastre a medida que le calza únicamente al registro de Anyone/Cualkiera, Sison Beats y DJ Kario One, quienes han estudiado las formas y fondos de la historia del rap para inscribirse ellos también en este libro de páginas escritas en aerosol Montana.
Ruca y el quinde de Barbacoas - ¡Dale duro al bombo!
Liderados por la maestra Ruth Elena Cabezas, mejor conocida como La Ruca, el Quinde lleva una década de actividad musical, explorando los sonidos de su territorio, el municipio de Barbacoas, en Nariño. Hace veinte años, la maestra Cabezas dio forma a Los alegres de Telembí, agrupación que se ha hecho un espacio importante en la discusión contemporánea sobre los nuevos representantes de la música folclórica. La maestra Ruca ha sido una de las voces líderes en demostrarle al mundo la riqueza del Pacífico desde su labor docente y como cantaora. Esta mujer, además de ser una de las cantoras más representativas del territorio, es también una maestra que guarda un legado cultural de saberes ancestrales que su madre, abuela y antepasados heredaron de generación en generación. Con ¡Dale duro al bombo! Discos Pacífico continúa conformando una familia musical, mientras amplifica lanzamientos llenos de espíritu vivo y calidez sonora. Es una apuesta necesaria para que, desde el centro, nos demos apenas una idea de la riqueza cultural que estamos desconociendo por seguir mirándonos el ombligo. Sigan creciendo de la mano de esta familia, abran cabeza y oídos: la música vive en Colombia de muchas formas.
Santiago Navas – LA LEY DEL JUEGO
Santiago Navas se ha convertido en uno de los productores esenciales de la nueva música colombiana. No solo de la electrónica, espacio en el que se siente más cómodo, sino detrás de álbumes para otros artistas tan diversos como Briela Ojeda, La Muchacha, Ana María Vahos, Neck Talesse, entre muchos otros. LA LEY DEL JUEGO, su segundo álbum de estudio encuentra a un Navas más reflexivo con relación a su lugar dentro de su contexto, recorriendo el territorio colombiano para tomar de allí sus colores y a través de ellos entenderse como un individuo que piensa, recuerda y crea. Son catorce cortes en los que Navas filtra sus influencias y sus procesos de experimentación para presentar las múltiples aristas de su cerebro creativo, que está en concordancia con su corazón carismático. A través de sus máquinas el músico desnuda su alma y construye poderosos productos que resultan en una experiencia espiritual en su escucha. Navas construye una serie de motivos inquietantes en sus melodías que lo llevan a colaborar con artistas tan diversos como Lalo Cortés, Böjo o Felipe Orjuela. Como un río que fluye, Navas se acopla a las formas que la canción requiera: se deja ser en cada una de sus melodías, es todos esos sonidos. Y muchos más.
Tan lejos – Las formas del adiós
Después de su debut en 2019 con el EP distancia/duración el trío de post punk y dark punk Tan lejos regresa con su primer álbum, Las formas del adiós. Depurándose hacia el ruido y la oscuridad, el trío bogotano logra construir un álbum redondo de pura crudeza instrumental y mórbida melancolía nocturna. Uniéndose a la familia de Discos Maraña, Tan lejos entiende el momento cultural de este género nacido en Inglaterra, pero lo hace muy propio al cristalizar la agónica existencia urbanita de la capital colombiana. El disco abre con una instrumentalización de un poema del maldito Gonzalo Arango, marcando una intención clara en darle protagonismo a la palabra, de crear imágenes poderosas y evocativas que transitan la senda más lóbrega y brumosa de la existencia humana. En el mundo de Tan lejos los paisajes se destiñen bajo la luz de la luna, la respiración de la noche envuelve a los cuerpos en su manto de neblina helada y cada esquina guarda un peligro para el paseante solitario. Lo inquietante, sin embargo, es que este mundo que plantean está mucho más cerca de lo que pensamos.
Varios - The Afrosound Of Colombia Vol. 3
Esta recopilación es el tercer volumen compilado por el sello español Vampi Soul, que recoge joyas perdidas del catálogo de Discos Fuentes, configurándose algunas de estas canciones como la primera reedición luego de décadas de olvido. El término Afrosound va mucho más allá de la legendaria orquesta que regentó Julio Ernesto Estada, “Fruko”, a principios de los años setenta y que hoy continúa lanzando temas. Antes bien, narra la adopción, desarrollo, difusión y comercialización de la riquísima herencia musical afrocostera de nuestro país. Son 26 cortes sorprendentes que explican la manera en la que un ejército de músicos, compositores, productores e ingenieros cristalizaron su visión de la música africana hace varias décadas, poniéndola en diálogo con las tendencias culturales del momento. Michi Sarmiento, Wganda Kenya, The Latin Brothers, Los Corraleros De Majagual, Peregoyo, Pepe Velásquez y Su Arpa Paraguaya, Pedro Salcedo Y Su Orquesta, Pedro Laza Y Sus Pelayeros, Los Alegres Diablos, Juan Piña Y Sus Muchachos, Pello Torres Y Sus Diablos Del Ritmo, Los Satélites, Julio Erazo Y Su Conjunto, Afrosound, entre muchos otros, hacen parte de esta joya. Golazo.
Vic Deal, Luis7Lunes, Maco Maat – Rap Cum Laude
El primer lanzamiento del colectivo paisa Afterclass es una cátedra de estilo, coherencia y barras. Durante años el sello creativo de estos tres raperos ha estado presentando lanzamientos que culminan ahora con una apuesta a seis manos en la que las formas del hip hop más tradicional prueban ser siempre efectivas toda vez que tengan una poesía que sustente el peso de la producción. En Rap Cum Laude los tres MC están cerca de alcanzar la magna calificación, quizás se descachan por un error en la citación o un argumento es rebatible, pero en esencia es uno de los álbumes de hip hop más sobresalientes de la última década. “Tengo fe que Rap Cum Laude será un hijueputa clásico”, rapea en su delivery fresco Vic Deal en “Prefrontal Cortex”. Y razón no le falta. Es un disco en el que los tres se desnudan como rimadores, pero también como seres humanos, explicando la vida que llevan cuando no están poniendo a prueba la barra ni estirando el verso hasta crear figuras retóricas delirantes. Y, sin embargo, no es un disco fanfarrón que se va por el ego trip sin evidencias: aquí los artistas celebran sus habilidades por el hecho de llevarlas cultivando con esfuerzo durante año. Quítenles todos los títulos a Tony Dize y a Sin ánimo de lucro, aquí buscamos canciones serias.
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