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  • Foto del escritorIgnacio Mayorga Alzate

Alcolirykoz presenta “La caza de Nariño” junto a Junior Zamora



Los Alcolirykoz son antropólogos (y arqueólogos) de su propia realidad, logrando una disección honesta de lo que ven, lo que viven, lo que los hace palpitar. Sin embargo, a pesar de haber narrado su entorno desde la rima desde hace muchos años, nunca habían podido dedicarle un corte a su realidad más inmediata: el barrio del que son hijos y del que se resignan a emigrar. Sin embargo, cada barrio es parte de un universo más grande y, ahora, el trío paisa le canta a Colombia en la peor de sus crisis recientes. En medio de una coyuntura ya bastante compleja por la contingencia sanitaria del Covid-19, se suma ahora la terrible crisis que produce el tener un país en paro nacional permanente desde hace casi dos semanas. Enumerar todos y cada uno de los atropellos que el pueblo colombiano ha sufrido desde entonces no tiene sentido y es ya muy doloroso. Por ello, mejor cantar las verdades a la manera a la que nos han acostumbrado los de Aranjuez.


“La caza de Nariño”, junto a Junior Zamora, es la última entrega del trío paisa y es una reacción directa al estado de sitio en el que vivimos en la actualidad, la más violenta de las cárceles regentadas por quienes juraron protegernos con la palma sobre nuestra carta magna y sobre su corazón. Es un lanzamiento coherente con las convicciones de la banda, pues también decidieron aplazar el estreno de su próximo álbum debido al momento que atravesamos todos como nación. “Desde el año pasado venimos prolongando la salida de nuestro nuevo álbum, hace más de un mes teníamos la fecha definida, hace poco lo anunciamos con la portada, pero debido a la situación tan crítica que atravesamos en este país decidimos aplazarlo. Lanzar un álbum en medio de tantas dificultades que vivimos los artistas independientes siempre será motivo de celebración y hoy el país está de luto y por eso nuestra decisión”, explicó la banda en su Facebook hace algunos días. “Mucha fuerza para todas las madres y padres que han perdido a sus hijos en esta lucha tan desigual 🙏🏽mucha fuerza para los que venimos resistiendo los abusos desde hace tantos años, se sigue repitiendo lo que desde siempre hablamos en nuestras canciones. Ojalá el mundo se entere de este atropello que están cometiendo con nuestra gente, no dejemos de crear, no paremos de educar a los nuestros, hasta que se respete nuestro derecho a protestar y vivir dignamente. Cuídense mucho Neaz, nos vemos por ahí. ¡¡En dónde suene nuestra música ahí estamos!! ⚔️✊🏽”, concluye.


“La caza de Nariño” plantea la división tácita que rige la lógica latifundista de nuestra cochina idiosincrasia: la de los ricos y los pobres, la de los que tienen contra los que quieren y necesitan, la de las que mandan a la gente a morir y los que exponen el pecho por un mendrugo. Si bien la canción pone el dedo en la llaga como es usual en la música de los Alcolirykoz, lo cierto es que no pierde la inteligencia compositiva de una banda que entiende que la mejor manera de decir las verdades incómodas es con poesía que nazca del corazón. “No es un insulto que nos digan campesinos o indios”, comienza Gambeta sobre un instrumental de cálido R&B. “Gente de bien con foto en Hacienda Nápoles, vas a recoger café, terminas con las botas puestas al revés”. Así, la banda retrata todos los yerros conceptuales de una cultura que se mira el ombligo mientras los demás se quedan con las manos untadas de barro y sangre. “Vine a tirar piedra mientras beben güisqui en las rocas”, complementa Kaztro. “La caza de Nariño” es un juego de palabras inteligente para una retahíla de imágenes poderosas e ingeniosas que retratan este pedazo de Macondo que nos tocó en suerte. Por favor, despertemos. Esto no puede seguir así.



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