Ghetto Kumbé es un combo de tres afrodescendientes que mezcla raíces afrocaribeñas de Colombia con el poder hipnótico de los beats del house africano. Habiendo actuado junto a Ondatrópica, Sidestepper, Totó la Momposina, La 33, Indus o Abelardo Carbonó, entre muchas otras, el Guajiro, Chongo y Doctor Keyta son algunos de los músicos más avezados de la escena neo-folclórica de la movida local y continental. El trío ha logrado crear una de las propuestas más interesantes de los últimos años en nuestro país. Iluminados, sí, del amplio crisol de los ritmos afro que pululan en las regiones costeras de la geografía colombiana, pero entendiendo también el ordenado funcionamiento de las nuevas tecnologías de producción, Ghetto Kumbé es uno de los representantes más enérgicos de los nuevos ritmos colombianos, uno banda de avanzada que nos obliga a reconocer con orgullo el lado afro de nuestra identidad tripartita. Después de su debut discográfico Kumbé de 2015 y el EP Soy Selva de 2017, el trío ha firmado con el inquietante sello ZZK de Argentina y ha regresado en 2020 con su primer álbum de larga duración, Ghetto Kumbé.
Continuando con su esfuerzo de musicalizar las historias de una Colombia olvidada, Ghetto Kumbé ha presentado hace poco el videoclip de “Tambó”, una de las nuevas canciones del disco que están promocionando. “Tambó” recuerda desde el caos metropolitano el sonido de la selva, de las comunidades indígenas que beben de su enorme riqueza natural para sobrevivir. El lamento lejano de un tambor es lo que sobrevive en medio del ruido de la metrópoli convulsa, de sus bestias mecánicas de engranes y smog, en pequeñas esquinas bajo la sombra de enormes edificios de hormigón y concreto. La canción es un anhelo por regresar a las formas más cómodas y sostenibles de la vida, cuando no teníamos que levantar la cabeza de nuestro teléfono inteligente para encontrar a los pájaros surcando al cielo o comprar agua embotellada para sobrevivir el trajín del día a día.
El videoclip fue dirigido por Andrés Gómez y encuentra a una protagonista indígena que se ve obligada a venirse a la capital, toda su vida y recuerdos entre tulas y mochilas, para sobrevivir a la violencia que tiñe nuestras tierras con la sangre valiente de líderes sociales por los que nadie da respuesta. En esta historia conmovedora, la protagonista anónima, quien personifica las muchas dificultades de miles de colombianos, nos presenta la vida de quien recoge monedas para alquilar una pieza sórdida en las residencias del centro. El sincretismo religioso, la ominosa ciudad vacía como metáfora de rostros invisibles que no nos ven y la lucha diaria para ganar el pan se convierten en una reflexión melancólica sobre la vida que quedó atrás. Sin embargo, también hay momentos de pequeñas alegrías: el amor entre pensiones, la fiesta con lo mínimo y la conexión vegetal entre materas como imagen de la selva anhelada a la que se espera volver. Es una historia conmovedora con un ritmo alegre y poderoso, una forma de sobrellevar la histeria gris de una ciudad que no nos reconoce y en la que, todos los días, nos están matando. Vean aquí el videoclip de “Tambó” y conecten con lo más profundo de Ghetto Kumbé.
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