El bogotano Gregorio Uribe regresó hace poco al país y desde entonces se ha concentrado en preparar un nuevo álbum de estudio mientras juiciosamente estudia los ritmos folclóricos colombianos. No podría ser de otra manera: Uribe es un músico con formación académica que, promediando el final de su ciclo educativo en Berkley, se enamoró de manera irremediable del acordeón, indagando profundamente sobre la esencia de la cumbia a través de este instrumento de fuelles que se ha convertido en su mejor amigo en todos sus viajes. Después de unos meses en el país tras su regreso de Nueva York, en donde tenía una maravillosa big band con músicos de todo el mundo, el bogotano ha unido esfuerzos con Jorge Villamizar de Bacilos para presentar una reflexión en torno al romance en los tiempos del amor líquido.
“Media naranja”, primer adelanto del próximo disco de Uribe luego de Pluma y vino de 2011 y su Cumbia universal junto a su big band de 201, presenta de nuevo al acordeón como principal protagonista, aunque el bogotano se permite extender su repertorio de ritmos para esta nueva etapa. En clave tropical, Uribe mezcla los golpes de la cumbia con elementos de la rumba cubana y el paseaito de los ritmos sabaneros que ha venido explorando desde su regreso al país. Incluso se permite una pausa atmosférica antes de que regresen los fuelles y las palmas, que se entretejen con exhortaciones al baile y voces de animales que remiten a la tradición indígena de emular sonoramente el mundo natural que nos rodea. El contrapunteo en las estrofas entre Uribe y Villamizar es pertinente y le permite a la canción tener una paleta de colores más rica.
Temáticamente, “Media naranja” reflexiona sobre la necesidad de establecer relaciones interpersonales más sanas a la luz de la toxicidad que el relato romántico tiende a retratar. En ese sentido, la canción juega con referentes literarios importantes a los que se les ha ofrecido una segunda oportunidad en vez del trágico destino que todos reconocemos. Julieta Capuleto recibe un doctorado mientras que Romeo Montesco no se envenena adrede por una mujer que acaba de conocer. Así, Uribe y Villamizar plantean una alternativa más sana en la que ambas partes de una pareja son autónomas en su soledad, pero pueden hacerse compañía mutua sin depender el uno del otro. “Quedan dos cuerpos enteros, queda tu risa y la mía”, canta Uribe. “No soy tu media naranja, tú no eres mi solución. No quiero tu dependencia, pero me encanta tu olor”, intercalan ambos cantantes antes del coro. “Media naranja” fue coproducida por Uribe y el mexicano Luis Guzmán y marca una dirección para un sonido más global, pero igual de elocuente para el compositor y cantante colombiano. Seguramente su próximo álbum será igual de encantador.
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