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  • Foto del escritorIgnacio Mayorga Alzate

Humano en Tránsito no deja de escribir canciones, pese a las circunstancias desfavorables


Santiago Mejía Barbosa dio forma a Humano en Tránsito durante un exilio en Boston que duró un buen tiempo. Desde allí se planteó la posibilidad de dar forma a un proyecto en el que las fronteras entre géneros se desdibujaran para no poner un freno a la creación de canciones, que le salen con naturalidad y de un lugar fértil. En 2018 el músico presentó La caja de luz EP, un trabajo de cuatro temas que le dio algo de difusión en el país y, ahora en 2020, el músico ha venido adelantando la labor de promoción de los sencillos que harán parte de su primer álbum, Santuario miscelánea. A veces con un mordaz humor negro y otras con una hiriente melancolía helada, las canciones de Humano en Tránsito apelan a diversas influencias rítmicas entre las que el reggae, la ranchera o el rock en español cohabitan sin anularse en un discurso estético lleno de referentes, pero en últimas muy personal y de carácter único.


Este viernes Humano en Tránsito presentó el tercer sencillo de Santuario miscelánea, “No me roban la fe”. Sobre la base de una guitarra acústica y atmósferas digitales con grabaciones de políticos y celebridades nacionales, el músico narra la tortuosa experiencia de sobrevivir a un atraco, por dos veces, en esta convulsa Bogotá. La canción nace entonces de la frustración que genera de la indefensión y la rabia de vivir en un espacio en el que cada esquina representa un peligro para nuestra vida. “No me roban la fe” incluye la participación de solo tres personas, una de ellas el maestro de la guitarra Herico Campos Cervera, quien también perdió una guitarra Guild del año 72 a manos de estos ladrones. La segunda persona es Lucas Vaghuetti que puso su talento en la trompeta, además de Santiago Mejía, productor y cantante del proyecto. Con tres componentes, el sencillo se siente íntimo y cercano, como una conversación con un amigo de infancia que nos relata esta aburrida experiencia de manera literal, obviando la metáfora.


Al final, sobreviven las canciones. La canción como catarsis y el ejercicio creativo como herramienta para exorcizar los demonios del alma se configuran como el centro del mensaje de “No me roban la fe”: podrán quitarnos nuestras pertenencias y hacernos daño, pero, mientras tengamos aliento en el pecho, seguiremos cantando, esperando que algún día el hambre no obligue a nuestros coterráneos a agredir a los suyos. “No me roban la fe” es el tercer sencillo del primer álbum de Humano en Tránsito, Santuario miscelánea, se dividirá en dos espíritus diferentes Santuario y Miscelánea. El santuario se ve representado en temas como el primer sencillo “SED” que ya está disponible en todas plataformas y que explora un lado más poético de las relaciones humanas. Por otro lado, el espíritu de lo que es miscelánea se explora en cortes como “No me roban la Fé”, composición escrita desde la realidad del concreto y que va en términos menos abstractos. Conozcan aquí Humano en Tránsito y, a pesar de todo, mantengan la fe intacta: vendrán mejores días.


Escuchen "No me roban la fe" de Humano en Tránsito en nuestra playlist "Cuarenta canciones para quedarse en casa"

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