No hay que mencionar a Milmarías para hablar de MonoKike, el proyecto solista de Kike Bejarano o Kike Milmarías, quien ha decidido lanzarse a un viaje musical que él mismo ha denominado “Tropi trap”, una apuesta estética en la que el trap colinda con tintes de pop e imágenes románticas urbanas y divertidas. Bejarano siempre ha estado trabajando del lado de la música tropical, llevando sus influencias a nuevas dimensiones sónicas de la mano de proyectos como Milmarías o La Pulpa. Ahora, en su aventura solista, se inserta irónica y heroicamente en medio de la discusión en torno del trap latino, sin abandonar del todo su lado tropical, pero llevándolo en nuevas direcciones a partir de producciones orgánicas y elocuentes. Monokike es uno, pero suena mejor en estéreo, decíamos hace casi un año cuando comentábamos su participación en el Festival Hermoso Ruido, cuando nos puso a bailar con sus composiciones como “La Millennial” y con reversiones de salsa de jabón chiquito como “Casi un hechizo” del inmortal cara de niño Jerry Rivera.
Desde entonces Monokike ha venido construyendo un proyecto musical único (de verdad único, esto no es tu sencilla free press) que se cristalizará en un primer álbum solista a estrenarse en 2021. En esta ocasión Monokike presenta “Huiste Suramérica”, una composición llena de trap urbano a medio tempo en el que el compositor reflexiona en torno a una ruptura amorosa llena de aprendizajes. La canción habla de la despedida al amor rosa y de la reinvención del sentimiento desde nuevas perspectivas que rompan los modelos con los que nos formamos y nos permitan crecer como personas. Monokike revela en “Huiste Suramérica” su lado más sentimental y traza un viaje imaginario por el continente en la búsqueda de otras interpretaciones para entender la vida. "Me inspiró mi deconstrucción del amor romántico, normativo y patriarcal…”, explica el solista. “Esta es mi despedida a esas maneras de amar y [el inicio de una] búsqueda de nuevas formas de aprender".
Empapado de down tempo y trap, “Huiste Suramérica” está inspirada en la soledad y en las reflexiones que inspiran la ansiedad de la cuarentena obligatoria. Pero aquí no hay metáforas fáciles sobre los abrazos que no nos dimos, ni los besos que ahora son puñales epidemiológicos. Monokike no se permite una literalidad básica en “Huiste Suramérica”, sino que aprovecha las reflexiones que lo han acompañado en este proceso de aprendizaje para construir una canción atemporal que funcionará para la era post-tapabocas. “Huiste Suramérica” fue compuesta por Monokike y co-producida con Icaro el Nene. La mezcla es de Ranx Marino y la masterización de Pipe Florez. En el discurso del amor y las despedidas hay toxicidad y los héroes de la música romántica, que se esconden entre sombras como parte de las influencias de Monokike, han contribuido gran parte a la consolidación de una narrativa radioactiva, rencorosa y acongojada tan hermética que la luz de los nuevos comienzos no tiene cabida. El músico bogotano nos narra desde su bitácora cómo es la vida después de una ruptura amorosa; cómo emprender hacia nuevos caminos, una vez que entendemos el amor como la infinidad de elementos que dan vida al espíritu. Además de cómo el querer no se da a través de manuales o instrucciones, sino a través de lo que alegra el corazón. “Huiste Suramérica” viene acompañada de un clip dirigido por Laura Olarte en el que el músico recorre una casa derruida y desierta, como metáfora que remite al poema “Hospedaje de paso” de Federico Díaz-Granados. El romanticismo es trágico y termina con la muerte, pregúntenle al joven Werther, así es que “Huiste Suramérica” funciona como una despedida al dolor de la despedida. Depúrense de ideas arcaicas y amen en libertad, sin restricción, sin restringir. Es un nuevo comienzo. Permitan que Monokike sea su guía.
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