A finales del año pasado Claudio Tantimonaco fue invitado por Li Saumet para que participara de las celebraciones de su famoso hostal Costeño Beach. Tantimonaco llevaba ya seis años recorriendo los circuitos de la electrónica local y había empezado a incursionar en una fusión novedosa en la que colindaba lo tropical con las programaciones digitales cuando la vocalista de Bomba Estéreo lo invitó a hacer parte de la cuota musical de su hostal. Sin saberlo, en ese momento nacería La Payara. Después del éxito rotundo de su actuación en las playas de Santa Marta, Tantimonaco regresó a Bogotá con la propuesta de hacer parte del Estéreo Beach, un festival organizado por la misma Saumet, más adelante en abril de 2017. Con el nombre en la cabeza de un enorme pez que abunda en los ríos del Llano y la imagen que producen sus escamas al verse bajo el abrazo del sol, el músico regresó a la capital para reunirse con Felipe Orozco y ensamblar las dos partes principales de su híbrido de folclor y electrónica.
Aunque La Payara lleve poco tiempo en el circuito musical colombiano, ya ha cosechado importantes reconocimientos en diversas tarimas a lo largo y ancho de nuestra geografía. Luego de Estéreo Beach llegarían dos giras junto a Club Colombia, los Picnic y las celebraciones de Octoberfest, y la consagración en circuitos electrónicos y artísticos como su show en Art Tec junto a MNKYBSSNSS y Atractor, además de su participación en la segunda edición del Boiler Room, poniendo a brincar a la asistencia de Videoclub con su sofisticada fusión de ritmos y recordándole a Tantimonaco cuando todo empezaba en esos mismos decks algunos meses atrás.
Ahora, y como para cerrar este primer año de vida, La Payara ha presentado su EP debut, Conciencia, integrado por dos canciones que reúnen parte de la energía esencial del proyecto bogotano. En primera instancia se encuentra “Bogotá”, un corte pensado como mensaje a la ciudad de la que son oriundos los dos componentes de esta propuesta que tiene una energía apremiante que nos exhorta a olvidar los demonios de la urbe y volver sobre la naturaleza, sobre esa energía ancestral y natural que yace dormida bajo una coraza de concreto y hierro. Ambientada con las palabras de Eduardo Galeano en el poema “Diabladas”, el primer corte es una contundente excusa para prender la fiesta en cualquier momento del día, pero también para reflexionar sobre la manera en que interactuamos dentro de la metrópoli. “Pez psicodélico”, el lado B de este lanzamiento, es una de las primeras composiciones de La Payara y recuerda esa impresión que tuvo Tantimonaco cuando vio al animal que da nombre a su proyecto con sus escamas brillando de mil colores distintos bajo el sol de los Llanos. Es un corte más relajado y empapado de folclor, pero igualmente potente para cualquier tipo de situaciones. Con Conciencia La Payara ratifica la opinión de quienes han tenido la oportunidad de participar de sus presentaciones en vivo: dinámico, eléctrico y explosivo, este es el sonido de La Payara.
