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  • Por Ignacio Mayorga Alzate

La rosa que se marchita, adiós a Magín Díaz


Magín Díaz, el proclamado “Orisha de la Rosa”, ha fallecido con 95 años esta mañana en Las Vegas, Nevada. Con casi un siglo de vida, el compositor y multi instrumentalista de Gamero había llegado a la ciudad en medio del desierto para ser participe de la celebración anual de los Latin Grammy, en los que competía en dos categorías. Después de llevarse el gramófono dorado por “Mejor diseño de empaque” y haber perdido en la categoría de “Mejor álbum folclórico” contra a Natalia Lafourcade y su colaboración con Los Macorinos, el cantautor de Bolívar fue hospitalizado por una arritmia cardíaca. La familia de Díaz, a través de sus redes sociales, manifestaron que, a pesar de la voluntad de roble del músico, después de varios días luchando por su sobrevivir, la flama de su vida se había extinguido para siempre, no así su leyenda.

Díaz, a pesar de no saber leer ni escribir, signó en las páginas de la historia musical colombiana algunas de las canciones más icónicas de nuestro folclor. Recordado por una serie de himnos claves del bullerengue y la cumbia, siendo “Rosa” su más longeva composición, Díaz vivió en la marginalidad de un país que olvida a sus íconos más importantes. Sus composiciones se convirtieron en una suerte de dominio público gracias a la casi extinta práctica de la tradición oral, pero debido a que nunca pudo registrarlas, nunca recibió dinero por ellas. Después de incursionar en la música en los años 80 como parte de Los Soneros de Gamero y Los Wandingos, grabó para la séptima entrega de Páginas culturales, en compañía del intérprete de pito atravesao Santiago Ospino, Magín y Santiago. A pesar de todo, estas grabaciones nunca llegaron a las esferas más amplias de la industria discográfica y hoy por hoy son joyas para los coleccionistas. En 2015 apareció, a través de Konn Records, Magín Díaz y el sexteto gamerano, un álbum doble en el que el artista interpretaba algunas de sus canciones más icónicas y permitía que algunos nuevos rostros de la cumbia electrónica intervinieran sus canciones. Nombre de la talla de King Koya, Dengue Dengue Dengue, Pernett o Bleepolar, participaron de este homenaje. Sólo hasta este año el maestro Díaz pudo presentar su primer álbum solista en el que lo acompañaron Carlos Vives, Petrona Martínez, Totó la Momposina, Catalina García o Celso Piña. Con este lanzamiento fue que el legendario cantautor se aventuraría para su última aventura, un viaje del que no regresaría. Sólo ayer se había anunciado su nominación para los Grammy anglo en la misma categoría que había coronado así algunos días.

Las palabras sobran y preferimos permitir que sean los más allegados al Orisha quienes le den algún sentido a esta dolorosa partida que, aunque previsible, no deja de dolernos a todos:

“Cuando Magín y su familia se enteraron de que su nombre había logrado dos nominaciones históricas en los Latin Grammy no podían contener la felicidad y el incremento de sus expectativas. Magín un hombre recio, guapo y decidido, un digno hijo de la yuca y el pescado, con la convicción de hacer historia y el deseo de ir a Estados Unidos “pa’ ir a que me conozcan, pa’ que me vean bailar y cantar”, emprendió el viaje más decisivo de su vida artística. Con certificados médicos, su estricta voluntad, el apoyo familiar y la bendición de su pueblo, motivados por quienes consideraban que valía la pena hacerle este sueño posible y respetando la dignidad de su decisión, emprendimos el viaje a Las Vegas para, el 16 de noviembre, recibir noticias de sus nominaciones y mostrarle al mundo que aún así, “viejo y trabajoso” -como hablaba de sí mismo haciendo mofas-, estaba listo como un roble pa’ ir a donde su arte y música lo llevaran.

El hombre al que le gusta Rosa pisó Las Vegas, se alzó con un Latin Grammy, se posicionó como el nominado y ganador más veterano en esta ceremonia y quedó nominado a un Grammy Anglo. Sus sueños eran convertirse en leyenda y que su música sonara en todo el mundo, sin temor a equivocarnos podemos decir que en una lección de dignidad y potencia humana Magín lo logró en vida.

Desde el día que Magín entró al hospital su familia, el equipo que lo acompaña, las instituciones que potencian su andar, los tambores de su pueblo y las bendiciones de quienes, como nosotros, cayeron enamorados a sus pies, nos han mantenido fuertes y en constante contacto con él. Lamentablemente el espíritu maligno no reconoce fronteras y Magín a las 9:24 p.m. (hr Las Vegas) del 28 de noviembre de 2017 en completa paz, agarrado de una mano por su hijo Domingo, de la otra por Daniel y de los pies por Sebastián, con una fila de 5 mujeres enfermeras detrás de la escena lanzó su último aliento. Magín murió lejos del anonimato y con su hijo Domingo, la luz de sus ojos, tomándole la mano.

El ciempiés, como reza su canción, lo picó y ninguno de nosotros pudo darle con un palo. Como si fuera una mofa, una morisqueta o una broma del Santo Místico de la Infancia Eterna, el ciempiés picó, y picó duro.

En palabras de Domingo los invitamos a no sufrir por Magín, él hizo lo que quiso en toda su vida, hasta Las Vegas llegó, cantó, bailó y luchó hasta el final. Disfrutó su triunfo en los Grammy Latinos y hoy, cuando anuncian la otra nominación en los Grammy Anglo, se va dejando una huella musical dentro deLatinoamérica como uno de los más grandes. Solo un personaje especial es capaz de tanto, Gualajo no se equivocó al decir: “Magín, mágico quiere decir”.

Nos queda soñar con él, vivir su legado, aprender de su voluntad y fuerza vital, desearle un buen viaje .y darle su lugar en la historia de la música. Magín es un personaje universal.

Por respeto a la familia y petición de Domingo, no podemos dar los detalles técnicos hasta que el hospital entregue su parte médico, por ahora solo compartimos que tuvo una crisis respiratoria. Pese a que el avión-ambulancia estaba disponible, el espíritu maligno no dio espera y Magín, a punto de levantarse, nos dejó. Paz se sentía en la habitación y desde ya empezamos las gestiones para repatriar el cuerpo. A su funeral en Gamero y las nueve noches de velorio, como debe ser, Domingo convida a quien los desee acompañar.

El Orisha vivió una vida plena, larga y creativa. Logró realizar los sueños de inmortalizarse a través de su música, de trascender en la historia, de reivindicar el legado de sus ancestros y lograr recibir el reconocimiento de su país, del mundo artístico y de la industria musical. Por casi un siglo, con la potencia de su voz y su virtud creadora, logró influenciar para siempre el acervo cultural musical colombiano.

Para nosotros fue un privilegio acompañar a Magín en este viaje. A su corazón generoso le debemos todo”.


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