BIMOL es un universo extraño en el que sólo habitan dos personas. Donna Lace en los vocales y Theo Jah Leon en la producción han logrado cristalizar un sonido único en el que cohabitan dos espectros lejanos que se entrecruzan en una propuesta que recoge la elegancia y sofisticación del techno y el tech house oscuro con la nostalgia por la era dorada del pop, un momento en el que la inventiva y la excentricidad de una década de excesos primaba por encima de princesas manufacturadas en masa por las grandes compañías disqueras. Con un afán por explorar y de llevar al género más allá de las restricciones de etiquetas, esta pareja creativa y sentimental nos demuestra el excelente momento por el que pasa la música electrónica local, un sonido que cada vez está mejor depurado, es más pulido y se ha enriquecido por el trabajo de años de creadores que han edificado sobre neones y oscuros pasadizos una de las escenas más importantes a nivel latinoamericano y global. El 14 de febrero nos llegó la primera ofrenda de BIMOL, apropiadamente bautizada como Nuestro Mundo, una invitación a sumergirnos a este panorama particular signado por una vampírica elegancia y una arquitectura sonora sin par en nuestra amplia escena electrónica.
El sonido de este lanzamiento, primer EP del dúo, escapa de toda posibilidad de definición. A veces resulta oscuro, para luego explorar la belleza oculta que subyace en el ruido y es siempre bailable, con un Groove elegante que antes que la exaltación de los sonidos invita a la contemplación estética de la música como un regalo que siempre evoluciona, pero que también vuelve sobre la esencia más pura del beat y el tempo, sobre la experiencia del ritmo como ritual primigenio de conexión con algo superior e inasible. Antes que apelar al lugar común de la electrónica como un despilfarro físico y un agotamiento que pone a prueba los límites del cuerpo, Nuestro Mundo resulta en una obra que puede escucharse dentro y fuera del club, que no se conforma con invitar al baile sino que auxilia procesos reflexivos y espirituales.
Grabado, producido y mezclado con la ayuda de Camilo Zúñiga (ZIAH) y su estudio Zenit Audio, el primer lanzamiento de BIMOL es una perla oculta en las profundidades de un océano oscuro y convulso, un premio para los más arriesgados escuchas que, con la terquedad del Capitán Ahab, persiguen la recompensa de un tesoro o la victoria más allá de las tormentas y las tempestades. En definitiva, Nuestro Mundo desvirtúa la catalogación simplista de la música electrónica como un género exclusivo para la fiesta y el desfogue, invita a una escucha contemplativa y revitaliza las músicas de elegantes mausoleos dormidos, de esta escena siempre fructuosa y exquisita que es la electrónica de primer nivel.