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  • Por Ignacio Mayorga Alzate

Como una diosa, Delfina Dib emerge del “Lotto”


Es difícil pensar una imagen más fuertemente arraigada en Oriente que la flor de loto que, en el contexto de ese hemisferio misterioso, representa la pureza espiritual. El loto (padma), también conocido como loto sagrado, loto indio o rosa del Nilo, es una planta acuática que florece en el agua y que, revestido de una delicada belleza, es una flor arcana que ha extrañado a los científicos durante centurias por no recoger polvo o microorganismos. Quizás por ello en el sistema simbólico budista, el significado más importante de la flor de loto es la pureza del cuerpo y del alma. El agua lodosa que acoge la planta está asociada con el apego y los deseos carnales y la flor inmaculada que florece en el agua en busca de la luz es la promesa de pureza y elevación espiritual. Por ello la flor se asocia con la figura de Buda y con sus enseñanzas y, por esto mismo, son flores sagradas para los pueblos de Oriente. En una leyenda cuando el niño Buda dio sus primeros pasos en todos los lugares que pisó florecieron flores de loto. Además, en la cosmogonía de la India, muchas de sus deidades principales nacieron de esta flor sagrada, famosa en el mundo botánico por la longevidad de sus semillas, que alcanzan a florecer incluso después de diez siglos.

Ahora, recogiendo las enseñanzas de más de cuatro años en la escena colombiana, la argentina Delfina Dib llega con su primer EP solista, Lotto, una colección de cinco canciones que evidencia el poder detrás de su cadencia única y la inteligencia lírica que ya había demostrado con su anterior proyecto Zyderal. Con Lotto, Dib reafirma la nueva identidad de la mujer en el hip hop latino y la proyección internacional que tiene como cantautora. A Dib le bastaron 5 canciones para plasmar el retrato íntimo de la mujer que quiere ser hoy: “escribí cada canción desde mis entrañas, entregando sinceramente lo que siento, así sea oscuro o alegre, así me duela cada vez que lo cante”, explicó la porteña en el comunicado de prensa que acompañó al álbum. Y es que cada una de las canciones se siente absolutamente personal, un tránsito entre dos estados, entre los que, como la flor de loto, se aspira a la pureza, pero bajo las prerrogativas propias del lugar de enunciación desde el que Dib se erige. En este sentido, lo físico y lo espiritual colindan en un universo simbólico y poético de profunda envergadura, en el que la cantante construye un plano nuevo como una diosa que dibuja constelaciones en el éter.

Lotto es una Babel sonora que busca acariciar las nubes. En la placa habita el rap, el soul, el trap, el R&B pero también una cadencia tanguera que lleva la voz de Dib por parajes hasta ahora desconocidos en los sonidos de lo urbano en Colombia. No es el afán de la cantante encasillarse en un solo lenguaje, pues sabe que en cada uno de los ritmos que explora hay una riqueza para explotar en aras de crear un producto complejo, redondo y profundo. La música es, por demás, de carácter minimalista, permitiéndole el regreso al protagonismo a la voz, primera caja de resonancia, primer momento de la música y de la conexión con el mundo de los espíritus a través de la plegaria y el ritual. Así mismo, si bien hay una preocupación metafísica desde el lugar de enunciación, hay también una preocupación por el cuerpo físico, los dientes, las yemas de los dedos, la lengua y la mirada. El cuerpo, entonces, se encuentra en primer plano y se constituye como el primer lugar del sentido, un vehículo de estímulos que se construye a través del deseo, el movimiento y el baile. En la poderosa retórica de Dib, la pureza y la perfección están en función de la carne, de este armatoste de calcio, piel, sangre y electricidad que, más allá de toda ciencia, es capaz de despertar emociones tan complejas como el amor o la sed de venganza.

Previa la aparición de Lotto, la cantante había presentado “Gato”, primer sencillo de esta producción que sucede a “Futuro”, primer composición de su nueva etapa solista que no llegó a hacer parte del EP. “Gato” es una celebración a la historia personal de Dib y su pareja, compañero de luchas y aventuras en la metrópoli convulsa que es la capital colombiana. En ella ha codificado sobre una base de boom bap todos los símbolos de la intimidad de su dormitorio. En “Gato” Dib explora a cabalidad todas las complejidades de la relación amorosa, esa dulce dependencia, el deseo traducido en miradas y tacto, en caricias y besos pero también la sensación de construir un refugio en los brazos de otro, una oposición entre las “frías llaves que nos miran desde afuera” y “las suaves telas que rodean nuestras pieles”. Es un reconocimiento del “nosotros”, con todas las dinámicas que se concatenan y contradicen, como un lugar sagrado, un espacio seguro. “Lotto”, canción que cierra el EP, es toda una declaración de principios, una exaltación efectiva de la mujer como una fuerza telúrica, que abre la tierra con sus pasos y lanza brasas ardientes de sus pupilas que todo lo observan. La mujer es metáfora animal, instinto, que escapa de una relación abusiva que busca cortarle las alas o frenar su galope salvaje. Sin embargo, se sobrepone a estas fuerzas que intentan frenarla y se construye desde sus propias necesidades: “quiero, quiero, quiero, quiero, quiero”.

Asistida en la producción musical por Pezcatore (Rap Bang Club, quienes la acompañan también en el corte de “Por mí”), Grizzly (Juan Camilo Grizales), Sebastián Gamma y Crudo Means Raw, todos de la familia de Dizi Records, este nuevo sello discográfico independiente que busca llevar a más oídos el género urbano hecho en Colombia, Lotto se presenta como un lanzamiento indispensable para pensar el año musical de este país. La parte visual, vital en la propuesta de Delfina Dib, es desarrollado por Rino Films (que también han desarrollado el universo en video del Rap Bang Club), a cargo Juan Andrés Suárez (socio-fundador de Dizi Records y Rino Films). Es el aliado audiovisual indicado, permitiendo contar con imágenes lo que quiere comunicar con su música, como se puede ver en “Gato” el focus track de este lanzamiento y en Futuro, su primer sencillo promocional. Delfina Dib ha creado uno de los productos más robustos y efectivos del año. Con una sensibilidad que le ha permitido recoger las herramientas del género urbano en el globo y transformarlas a través de su propio crisol y sensibilidad, Dib nos ha ofrendado cinco canciones potentes y alucinantes que reflexionan sobre el lugar que ocupa la mujer en las jerarquías simbólicas de nuestra cultura. Como una semilla dormida durante años, la música de Dib emerge desde el fango dormido y abre sus pétalos al sol, una flor colorida y nueva que es la representación de la pureza misma, de la belleza decantada y llevada al límite de la forma. Excelente.


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