A Marco Otranto lo conocimos con su alias musical, Cítrico, hace un par de semanas cuando nos visitó en el marco del Festival Hermoso Ruido. Ese día, su debut escénico en nuestra geografía, se vio opacado por un fuerte aguacero que, debido a que se presentaba en un espacio abierto, obligó al músico a recoger sus instrumentos para refugiarse de la lluvia. Sin embargo, Cítrico salió airoso: no solo su show se movió a un escenario con mayor aforo, sino que este percance lo obligó a reinventarse de la mejor manera para demostrar con buena onda toda la fuerza de su proyecto. El resultado fue un espectáculo minimalista, sofisticado y coqueto que permitió a los asistentes de Armando Records conocer a un músico versátil y virtuoso, quien se dio a conocer en nuestro país con elegancia, sembrando la semilla de un futuro regreso que desde entonces estamos esperando.
Otranto es un solista bonarense que en 2014 emigró a Londres para hacerse con el título de productor musical. Esta nueva disciplina le permitió repensar la manera como se acercaba a la música, pues siempre lo había hecho a través de la guitarra, lo que logró que su sonido creciera en posibilidades creativas, abordándolo lo mismo desde la interpretación del instrumento análogo como con la producción de bases digitales. Con dos álbumes en el mercado, Jungla Estelar de 2015 y Retorno Acuario de 2018, el argentino ha construido un universo inquietante y elegante en el que precisa de lo mínimo para llegar muy lejos y provocar sensaciones profundas en el escucha, quien inmediatamente queda atado a su emocionante recorrido sideral a lomo de su guitarra futurista y sofisticada. Su último álbum, fue grabado en La Diosa Salvaje, mítico estudio de Luis Alberto Spinetta. El álbum lo encontró colaborando con leyendas del rock argentino como Emmanuel Horvilleur de los Illya Kuriaki y con nuevas estrellas como Juan Saige de Usted Señalemelo. El resultado es una placa imponente y sincera, llena de la calidad poética de sus predecesores nacionales, pero con un imaginario textual propio que nace de su propia inspiración.
Cítrico ya había girado por el continente antes de llegar a nuestro país. Sin embargo, fue en el marco de Hermoso Ruido que su nuevo sencillo, “Stories”, llegó a los servicios digitales de distribución musical. Lo que, de alguna manera se traduce, en que fue estrenado en Colombia. Ahora, ya con Cítrico en Argentina, conocemos el videoclip que acompaña esta historia orwelliana para millennials. “Stories” es una canción en clave contemporánea que afronta los problemas de la hipercomunicación, una reflexión sobre la ironía de que en un mundo cada vez más aparentemente conectado nuestras comunicaciones sea menos sincera y nuestros lazos menos estables. Con un sonido prolijo, amplio y bailable, la canción parte de la soledad y trabaja con la posibilidad de soltar la obsesión, al tiempo que, con palmas y una base heterogénea, con sonidos digitales y analógicos, incita al baile y a la superación.
El videoclip, dirigido por Renderpanic, encuentra a Otranto en una clínica de desintoxicación para adictos digitales y construye el tortuoso proceso de salir del mundo de la pantalla chica para afrontar la realidad que nos circunda. En todo caso, lo cierto es que el tiempo que enseñan de las historias de Instagram, Facebook y WhatsApp es minúsculo con relación a la posibilidad de la vida humana. Como editores de la realidad, nos hemos acostumbrado a tomar del mundo solo una fracción mínima, recortando del contexto la flor, el atardecer o una milanesa en un restaurante elegante. La historia que presenta Cítrico en “Stories” es una invitación a aceptar el mundo real que nos excede, que no cabe en nuestros teléfonos inteligentes y que todos percibimos de manera distinta. Es una invitación, en todo caso, para desconectarnos del hiperespacio y vivir la vida al ritmo que la vida misma impone: a veces menos interesante, pero en todo caso más real. Conozcan aquí el videoclip de “Stories” y prepárense desde ya para el regreso de Cítrico a Colombia.
