Aguas Ardientes se cimentó como proyecto en 2016 y rápidamente se convirtió en una de las bandas favoritas del under bogotano. Su primer disco, Guarever, llegó en agosto del 2018 y ganó la atención de publicaciones musicales, siendo incluido en 120dB Bogotá como uno de los principales lanzamientos del año. Con ese álbum lograron llegar a la edición número 25 de Rock al Parque, se presentaron en el Hermoso Ruido y quedaron seleccionados para la edición de 2020 de Estéreo Picnic, que se iba a celebrar en el primer fin de semana de abril. Así mismo, el año pasado lanzaron un EP de la mano de Shock, This is Colombia, en el que satirizaban la idiosincrasia patria, sus peores vicios y las dificultades de la clase baja y media a esferas de circulación más importantes. Ahora la banda bogotana regresa con una meta narrativa que inaugura sus vinilos perdidos de Discos Ardientes con “Uberrimo Prison Blues”, un sencillo inspirado en la música de Johnny Cash que reflexiona sobre la medida de aseguramiento del exsenador Álvaro Uribe Vélez. Sin embargo, más allá de la fuerza detrás de esta canción producida de manera remota, el proyecto devela la capacidad de metaficción que Aguas Ardientes tiene para su proyecto y su propuesta de valor.
“Conforme avanzaba la cuarentena obligatoria por la contingencia del COVID-19, Aguas Ardientes hubo de abandonar sus planes de conquistar el mercado mainstream con presentaciones de lujo en festivales como el Estéreo Picnic 2020”, explica la banda en el comunicado de prensa del lanzamiento. “En medio de la adversidad, sin embargo, un halo de esperanza se materializó con la aparición de los vinilos perdidos de Discos Ardientes. Revisando el cuarto de San Alejo, los hermanos Fernández descubrieron una colección de vinilos de un sello poco conocido colombiano. Por poco el trabajo loable de una de las disqueras más eclécticas de la historia discográfica colombiana queda desaparecido de los libros de historia. Discos Ardientes existió brevemente, caracterizándose por presentar en su catálogo artistas que nunca llegaron al estrellato, desconocidos incluso para la comunidad hípster de Chapinero. La fascinación melómana de Felipe Orjuela Ruiz llamó la atención de la banda, encontrando en los vinilos que nunca se vendieron un valioso tesoro musical. Ahora, Aguas Ardientes ha iniciado un importante trabajo de arqueología musical para darle una nueva vida a estas canciones conmovedoras, sutiles, emocionantes y coquetas”.
Así, construyendo un nuevo universo narrativo, la banda explora su veta creativa con la idea de construir canciones oportunas y actuales que reaccionen a los problemas del país. El ejercicio surgió en el marco de la contingencia sanitaria por la propagación del COVID-19 a nivel mundial y se convirtió en una suerte de condición creativa para la creación de contenido musical que se ha venido compartiendo por las redes de la banda: creando una serie de actos musicales que nunca existieron, la banda se permite jugar con géneros con los que nunca antes habían trabajado como el reggae o el italo disco. “Uberrimo Prison Blues”, no obstante, es más cercano a la identidad musical del Guarever, teniendo el country como base principal de la creación. “‘Uberrimo Prison Blues’ es el primer corte que la banda ha decidido presentar como parte del rescate discográfico del catálogo de Discos Ardientes”, continua la banda. “Previo a la aparición del Internet, los artistas colombianos podían plagiar de manera libre música de otros países, y es así como aparece este sencillo ahora redescubierto. Inspirándose “libremente” en “Folsom Prison Blues” del fallecido Johnny Cash, “Uberrimo Prison Blues” revisa la crueldad de un sistema de justicia desigual que decidió, hace algunos años, encarcelar a uno de sus más excelsos próceres. Desaparecido de los libros de historia por el discurso oficial, este gran colombiano se vio privado de la libertad luego de combatir a capa y espada (o a poncho y machete) la criminalidad desbordada de un país corrupto. Si hoy colindamos como hermanos en la paz, es debido a su gestión implacable: a su mano firme y su gran corazón”.
“Uberrimo Prison Blues” denuncia la ironía de estar encarcelado en una parcela inabarcable de tierra, mientras que los colombianos que seguimos en libertad sí que estamos confinados dentro de nuestros hábitats usuales desde hace meses. Así, se trazan comparaciones entre Uribe y Pablo Escobar, que ya había comentado Virginia Vallejo en Amando a Pablo, odiando a Escobar hace casi quince años. Pero, más allá de las hipótesis, lo cierto es que el Uberrimo y la famosa Catedral del capo del narcotráfico se convirtieron en las ostentosas prisiones de los poderosos. Mientras el país continúa recibiendo noticias de líderes asesinados, abuso militar y policial, así como la gestión paupérrima de Iván Duque para aminorar estos y los demás problemas, Uribe sigue hablando de persecuciones, injusticias y violaciones a su buena honra. “Uberrimo Prison Blues” es una sátira a la manera de “La pobre viejecita” de Rafael Pombo que parte de la figura clave de “Folsom Prison Blues” de Johnny Cash, grabación legendaria del hombre de negro interpretada en la Prisión de Folsom. Escuchen aquí este meta relato de Aguas Ardientes y conozcan de primera mano su proyecto de Discos Ardientes.
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