Nacida en Barrancas, la Guajira, Colombia, María Alejandra Jiménez es una cantante y compositora que ha logrado fusionar de manera exitosa el jazz y el latín-afro con sonidos tomados del folclor colombiano. Sus composiciones están arraigadas en un profundo conocimiento de las tradiciones musicales del país, que le llegan por una crianza cercana a la comunidad Wayuú, el Carnaval de Barranquilla, entre otras festividades, elementos todos que convergen en un proyecto único que, conforme termina sus estudios en el Berklee College of Music en Boston, continúa tomando una forma propia que se ve enriquecida por una voz cálida y suave que no teme susurrarle verdades al viento mientras va definiendo su estética particular. En Colombia, Alea trabajó con el Teatro Musical de Colombia como cantante, actriz y comunicadora, recibiendo en marzo de 2013 su título profesional como Comunicadora Organizacional. Así mismo y desde 2014 se convirtió en el nuevo miembro del grupo colombiano, Folklore Urbano en Nueva York, bajo la dirección de Pablo Mayor. Hace poco nos dejó vibrando con su sencillo “Échale sal” y ahora, en el diciembre familiar, nos sobrecoge con su “Aire Guajiro”, una composición llena de sabor tradicional que rememora las tradiciones de su tierra vallenata.
Con un aire melancólico y muy personal, Alea nos muestra un pedacito de su infancia y de su historia en un sencillo íntimo y conmovedor con vientos de acordeón y una guitarra cálida que concatena sobre la base de un cajón acompasado. La canción está influenciada por el Paseo Vallenato de provincia, pero con una armonía contemporánea y juguetona que trae los ritmos de siempre a un nuevo contexto global, como es la ciudad de Nueva York en la que está emplazada. Alea lleva su apuesta de valor adentrándose en un género en el que históricamente la mujer ha tenido poca presencia salvo por ciertos faros desperdigados en el trasegar de la historia. Sin embargo, Alea demuestra que esta expresión folclórica está cada vez más presta a abrir sus alas y arrullarnos por igual en voces de cantautores y cantautores. Así, el vallenato se enmarca en un nuevo contexto que es plural y participativo. El giro pop en la cadencia de la voz de Alea hace de “Aire Guajiro” una composición de fácil rememoración que es entrañable y eterna.
Coescrita y producida por Sinuhé Padilla-Isunza, gran compañero de aventuras musicales de de la artista, “Aire Guajiro” tiene un poder ambivalente: por un lado, es un homenaje al padre de Alea y a la tradición musical colombiana; por el otro, es una abierta invitación a dejar atrás aquello que ya no nos satisface, por ejemplo: la exclusión de las mujeres en un género que, en sus voces y manos, se revitaliza y reinventa. “Crecí con el género, lo llevo como en la sangre, y aunque digan que el Vallenato no es femenino, hay muchas mujeres como yo, trayéndolo al siglo XXI”, comparte Alea. “Aire Guajiro” Fue grabada y mezclada en Jarana Records en el Bronx, Nueva York, y la masterización estuvo a cargo del Ganador del GRAMMY Luis F. Herrera en Masterhead Lab Mastering Studio. Alea se reúne con una serie de colegas para contarnos desde la distancia las alboradas de su infancia en las que la música, las historias y la camaradería forjaron una sonrisa imborrable en su rostro que esgrime hoy como pasaporte para el resto del mundo.
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