El 2022 fue un año clave para la carrera de El Kalvo. No conforme con lanzar un disco oportuno y exquisito, El Kalvo acompañó el lanzamiento de Algarabías con un libro de lujo ilustrado por amigos y colegas del mundo de las artes gráficas. Corroborando su habilidad como uno de los mejores raperos de su generación, el rimador bogotano vuelve a crear una propuesta avanzada y elocuente en la que plantea su propio universo textual cargado de imágenes capitalinas y una forma muy propia de ver el mundo de la corrupción, del amor y los pequeños rituales que le dan sentido a la vida. El Kalvo plantea en Algarabías un recorrido por beats de aristas extrañas creados por la genialidad de Hi-Kymon o Mismo Perro. Quizás por ello terminó siendo parte del cartel de ese año de Hip Hop al Parque, además de convertirse en uno de los álbumes más interesantes y por fuera de la fórmula del hip hop patrio, uno que se para pesado desde el barrio para denunciar toda la porquería estatal.
Desde entonces, el MC ha estado presentando sencillos de la mano de diversos colaboradores, de La Muchacha hasta La Radio Bembé Orquesta, continuando la extensa relación con Hi-Kymon, productor y beatmaker extraordinario que explora las maneras más extrañas de crear instrumentales hipnóticos y envolventes. Con él presentó hace un par de meses la emotiva “Elías”, dedicada a su abuelo, y ahora regresa con la vanguardista “Protagonista estelar”. Segundo corte de su próximo álbum de estudio, este nuevo sencillo vuelve a mostrarnos el lado romántico del MC bogotano, uno que se para en el lugar común para resignificarlo y en el de lo cotidiano para enaltecer todos y cada uno de los momentos que construyen una narrativa conjunta, más allá de la pirotecnia del bolero o las taquilleras e ilusorias historias del Hollywood edulcorado y mentiroso.
Sobre una melodía extrañísima que se sale del bombo, El Kalvo construye un relato especial que lo lleva al espacio para darle la vuelta al mundo y volver a los parques cotidianos en los que disfrutamos los besos tranquilos, a los súper mercados y espacios públicos en los que desplegamos nuestros códigos privados y las bromas que sólo divierten a nuestro bien amado. El Kalvo se siente tan cómodo cínico como enamorado y entiende cada vez más en su carrera que su personaje cada vez está más lejos de los valores egotistas de la escena, sino que es el vehículo oportuno para desplegar todo un universo de significantes e historias que habita cuando las luces del escenario se apagan y no hay nadie en el estudio a quien dejar sorprendido. Y así, cada vez más humano y cercano, sus historias más íntimas y personales nos envuelven en una atmósfera empática en la que entendemos cada una de las particularidades de su biografía, de sus amores a sus angustias, de sus afectos a sus luchas más personales. El Kalvo es la voz esencial del hip hop bogotano. Y lo sabe sonriendo, mientras se parcha su vida y deja que otros midan cuán lejos pueden disparar el chorro de orina desde el muro del graffiti cliché.
Comentarios