Emilio propone una urgencia suave en “No queda tiempo”
- Redacción 120dB Bogotá
- hace 6 días
- 1 Min. de lectura

“No queda tiempo” marca un nuevo momento en la trayectoria de Emilio, cantautor uruguayo que anteriormente se dio a conocer como Emilio Acosta en proyectos como The Lucky Winners, Max Capote, Solitarios y Atlas. En esta etapa solista, su propuesta se decanta por una voz íntima, serena y coherente, guiada por una producción cuidada y personal.
La canción se construye sobre una base cálida de piano eléctrico, acompañada por guitarras envolventes y una voz que avanza sin apuro, pero con firmeza. Cada elemento parece ubicado para sostener una tensión interna: la que existe entre lo que se espera de uno y lo que realmente se quiere hacer. Emilio transforma esa disyuntiva en una canción contenida, sin grandilocuencias, que comunica su urgencia desde la calma.
La letra no grita, no exige. Observa. Sugiere que hay cosas que no pueden seguir posponiéndose, que la fidelidad a uno mismo no siempre encuentra espacio en el calendario ajeno. “No queda tiempo” transmite esa conciencia sin perder la suavidad. Su tono meditativo no impide que se escuche como una toma de posición clara, incluso desafiante en su bajo perfil.
Autoproducida y grabada con la misma atención con la que está escrita, la canción prolonga la sensibilidad que Emilio ha cultivado durante años en la escena independiente uruguaya. Es un tema que se instala sin imponer su presencia, pero que deja huella: un llamado leve, pero persistente, a moverse en dirección propia antes de que el tiempo termine de escaparse.
Comentarios