Estella Dawn lanza un golpe directo con “I Like It Rough”

Con “I Like It Rough”, Estella Dawn entrega una declaración contundente de fuerza, autonomía y deseo. La canción despliega una narrativa cargada de intensidad emocional y poder femenino sin filtros, afirmando una posición que desafía estereotipos y subvierte las expectativas sobre la vulnerabilidad. Aquí no hay espacio para concesiones: la artista se planta con firmeza en el centro de su propio universo, dispuesta a confrontar la mirada ajena con una mezcla letal de seducción, rabia y control.

Musicalmente, “I Like It Rough” habita el territorio del dark pop más filoso, donde los sintetizadores se arrastran como serpientes entre percusiones densas y líneas vocales afiladas. La producción —gruesa, envolvente, con texturas eléctricas— acentúa una tensión dramática que nunca estalla del todo, pero que se mantiene latente desde el primer verso hasta el cierre. Es un track que juega con el caos, pero nunca pierde la dirección.

Estella canta desde un lugar de experiencia y resistencia. En lugar de victimizarse, toma las heridas, los prejuicios y la subestimación y los convierte en narrativa de empoderamiento. “I Like It Rough” no solo es una provocación, sino un testimonio de cómo la firmeza también puede ser bella, y de cómo el dolor, lejos de suavizar la voz, puede afilarla.

El resultado es una pieza poderosa y cargada de intención, que encaja con naturalidad en la línea de artistas como Doja Cat o Jessie Reyez, pero con una identidad propia que se perfila con claridad. Estella Dawn no se limita a responder al juicio de los demás; lo desmonta. Y en ese gesto, transforma la dureza en arte, el deseo en afirmación, y la incomodidad en territorio fértil para la creación.