George Pelham transforma el dolor en suavidad pop con “Nothing Hurts”
- Redacción 120dB Bogotá
- hace 1 día
- 1 Min. de lectura

George Pelham, crooner británico-estadounidense, propone en “Nothing Hurts” un equilibrio entre la vulnerabilidad emocional y el sonido pop refinado. La canción surge como respuesta a una relación tóxica de la cual no pudo separarse por amor, y en esa tensión es donde reside su fuerza emotiva.
La melodía se desliza con una pulcritud radiante, donde la voz sensible de Pelham encuentra su refugio en una instrumentación que no recarga, sino que deja que la honestidad cante por sí sola. En palabras de una reseña: la canción “fluye sin esfuerzo, equilibrando un estado de ánimo oscuro con un sonido limpio que deja brillar su voz”.
Ese contraste —entre mensaje doloroso y producción diáfana— subraya la capacidad del artista para confrontar el desamor sin caer en dramatismos. Pelham no dramatiza el sufrimiento; lo reconoce desde la serenidad, como un reproche suspendido en armonía.
El artista fue criado escuchando a los Beach Boys y a Jack Johnson, influencias transmitidas desde su madre californiana, que se fusionan con su admiración por figuras como Sam Cooke. Esa herencia melódica atraviesa todo su trabajo, desde un indie intimista hasta un pop clásico que busca reconectar con lo humano desde una honestidad sutil pero firme.
“Nothing Hurts” no es un cúmulo de alegorías tormentosas, sino una confesión serena: duele porque se ama, y el remedio no está en huir, sino en poner en música lo que arde por dentro. Es una canción que duele sin herir, que sabe del desamor pero apuesta al pulido del alma.
Comentarios