Como la semilla y la tierra, Mito y comadre era un encuentro que tenía que darse. El proyecto, conformado por Shanna Hernández (voces) y Guillermo Lares (samplers, percusiones y secuencias), es una síntesis vivaz de la ancestralidad venezolana con los sonidos contemporáneos de la nueva electrónica latinoamericana. Oriundos de Venezuela, pero residentes en Colombia desde hace algún tiempo, Mito y comadre reúne en un sólo lugar un respeto por la tradición que busca mantener viva, así como una propuesta novedosa en la que los sonidos de antaño se transforman al ritmo contemporáneo para construir un diálogo que se mantenga en el tiempo. Guillermo Lares, hijo del etnomusicólogo venezolano Oswaldo Lares, ha heredado la pasión por la música de raíz y se ha dedicado a la investigación y difusión de las músicas venezolanas a través de la plataforma ArchivOlares. Por otro lado, Shanna Hernández, es una artista multidisciplinaria con una trayectoria en canto, danza y performance. Proveniente de Macuto, un pueblo de la costa varguense venezolana, Hernández trae consigo las memorias de los tambores y la ancestralidad de sus tierras. Ahora, Mito y comadre debutan con “Guajirando”, una declaración de principios sonora que anticipa una descarga sorpresiva de música en el futuro.
Mito y comadre se introducen con este sencillo en la conversación cultural latinoamericana con un sonido fresco marcado por la presencia de flautas indígenas y poderosa percusión afro, que corresponde a la herencia tripartita de nuestro territorio. El sencillo, que da nombre a su primer álbum, es una descarga enérgica en la que tradición y la transición se encuentran rebotando sobre la piel de los tambores tensos y galopando sobre samples futuristas que concatenan con la telúrica presencia vocal de Hernández. “‘Guajirando’ surge como una respuesta a la pregunta recurrente de ‘¿Tú de dónde eres?’, que frecuentemente se hace a viajeros, migrantes y desplazados. A través de sus versos, se mencionan lugares que evocan la niñez del artista, como la Guajira, Choroní, Paparo, Sinaruco y Sinamaica. También se hacen referencias a lugares fantásticos como Totumito, El Cocuyo, Guarapito y Turicamo, que existen en la imaginación y aún no han sido plasmados en los mapas”, explica el comunicado de prensa que acompaña este lanzamiento, destacando también la aparición de la cultura Wayúu en el texto, además de reconocer a la legendaria guerrera Amilvacar del Amazonas venezolano.
“El videoclip fue realizado en colaboración con la productora colombiana Silvia Lorenzini, utilizando imágenes de archivo de bailes tradicionales venezolanos de distintas partes del país, combinadas con tomas grabadas desde los celulares, durante la pandemia”, continúa el comunicado. Las imágenes de archivo salieron de la colección y registros que la Fundación Oswaldo Lares custodia de danzas populares del territorio venezolano, recogidas hace casi cincuenta años por el padre de uno de los componentes de Mito y comadre. Son grabaciones restauradas y digitalizadas hace una década. Lorenzini ya había trabajado con este archivo y logra un complemento visual inquietante en el que se construye un puente que hermana lo antiguo con lo contemporáneo, lo ancestral con lo novedoso, los sonidos del continente con los nuevos lenguajes de la cultura globalizada. Mito y comadre son una fuerza imparable que pronto se comerá el mundo. Su debut “Guajirando” prueba que están preparados para esta tarea extensa.
