Estamos cansados. Todo aquello que a la juventud nos prometieron se ha evaporado en el éter de días cada vez más polutos y grises. Somos la generación más preparada y la que peores ingresos tiene en la historia desde que los niños eran sacados a la fuerza de los colegios para trabajar en las fábricas. A la luz de lo anterior, ¿cómo no estar desesperanzado? A la luz de lo anterior, ¿cómo no amar a Tobogán Andaluz? La banda que ha revolucionado la música emergente en Argentina nació en 2010 de la mano de Facu Tobogán, excantante de y guitarrista de Los Juguetes Vivos, como un proyecto experimental en solitario. Tras grabar varias maquetas en formato acústico de bajo formato, se le unieron Fede Dopazo en el bajo, Manuel Larisgoitia en la guitarra y Nacho Kater Tossounian en la batería. Desde entonces la banda ha tenido un ascenso vertiginoso marcado por un EP de 2011 (Corazón congelado) y una serie de cuatro álbumes que inicia con Viaje de luz(2012), Tobogán andaluz (2014), Luz satelital (2016) y Fuego en las naves (2018). La estética que han logrado se caracteriza por el uso de guitarras melódicas, letras melancólicas y grietas poéticas por la que, de vez en cuando, se filtra un poco de luz del mundo exterior. Preparando la celebración de una década de carrera y el lanzamiento de un nuevo álbum en marzo, Tobogán Andaluz llega por primera vez a Colombia.
Caracterizar el sonido de Tobogán Andaluz como indie es una reducción injusta con una banda que ha propuesto viajes musicales complejos y conmovedores. Si bien comparten rasgos con sus compatriotas de Él mató a un policía motorizado, Las ligas menores o Bestia bebé, la banda de Facu Tobogán ofrece una experiencia única que la ha convertido en un referente clave para la juventud y los nuevos adultos contemporáneos debido a esa rara belleza poética de cada una de sus composiciones. Hay un esfuerzo consciente por salir de las formas de un sonido que en Latinoamérica y el mundo ha conquistado como si se tratase de una nueva ola del rock argentino. La propuesta de Tobogán Andaluz se erige como un faro propio, aunque evidentemente responde a un fenómeno musical más complejo que, a la luz de la compleja situación del continente en la última década, refleja el cansancio y la melancolía de una generación en crisis. Empero, en su música siempre sobrevive un halo de esperanza que resulta en una bolita de luz para los días difíciles.
Tobogán Andaluz llega por primera vez a Colombia para dos fechas vitales finalizando mayo. El 29 de este mes se presentarán en la capital y al día siguiente tendrán su debut en Medellín. Para la primera fecha en Bogotá, en Latino Power, los argentinos compartirán tarima con Yo no la tengo y Sol de piedra, dos bandas revelación del 2019 que, a pesar de no tener material grabado, se han convertido en un fenómeno del under capitalino, reventando los aforos en cada una de sus presentaciones. En ese sentido, este evento cumple con la responsabilidad cultural que muchos promotores suelen olvidar de dinamizar la escena local, apostándole a bandas nuevas y complejas. Tobogán Andaluz es una propuesta de fina belleza y de una factura musical delicada. Perderse su presentación en cualquiera de las dos ciudades no es una opción. Allá nos vemos.
