SAAIL es un proyecto de Medellín que se ha convertido en uno de los actos más interesantes de la capital paisa, hilvanando diferencias referencias musicales contradictorias en una propuesta dinámica, melancólica y emocionante. Miguel Laverde y Juan Pablo Melo se conocieron en Londres hace algunos años y rápidamente construyeron una amistad musical que confluyó en una serie de influencias —desde las sangrientas producciones de Tarantino a los sonidos densísimos del shoegaze de Sonic Youth y la psicodelia en todas sus formas de depuración— que eventualmente le daría forma a SAAIL. De vuelta en Medellín, Juan Pablo Pineda y Rodrigo Canal formaron una banda influenciada por sus varios referentes musicales, desde el post punk al surf californiano y unos toques de cumbia, para crear uno de los proyectos más inquietantes que la capital antioqueña ha dado a luz en mucho tiempo. SVRF, su primer EP, llegó en 2017 y se consolidó como una mezcla de sonidos oscuros con una actitud rockera, guitarras para surferar en una playa fantasma y letras de una densidad anímica que podría deprimir a la más alegre de las Ventino. Pocos días antes de su presentación en el Festival Estéreo Picnic, la banda nos presentó su segundo EP, Sex Tapes, un documento menos oscuro y más sensual en el que la psicodelia se pone en primer plano para narrar una historia en tres partes de una mujer cautivadora. Ahora, en 2020, la banda regresa con su segundo sencillo en castellano: “El color”.
El sencillo es una tonada optimista, dentro de los estándares de la agrupación antioqueña. Son más de cinco minutos de formas psicodélicas en los que se entretejen los sonidos del surf y el showgaze. La voz de Miguel Laverde se presenta como un eco fantasmagórico que invita a buscar la luz en el fondo del barranco, accediendo a la fuerza propia de cada uno de nosotros, nuestros mejores aliados en la incertidumbre, el caos y la ansiedad. “Quisieras olvidar cual era tu intención, que el tiempo determine/ Quisieras recordar, cual es esa razón, por la que tu aún vives”, entona el cantante y guitarrista antes de entrar a un coro que recoge la experiencia imposible de controlar el mundo exterior, con sus estímulos y sus tormentas. “El color” llega después del estreno de “Gravedad” en 2019, que marcó la primera vez que SAAIL cantó en español luego de dos EPs en inglés, y sirve como una suerte de continuación narrativa: primero llegamos al fondo para luego salir de él reconociendo nuestros colores propios en medio de la oscuridad.
“El color” está construido sobre un arpegio hipnótico que se repite en círculos delirantes sobre el que una batería acompasada corta el viento en ráfagas calmas. Es una pieza de energía musical minimalista que tiene interesantes mutaciones a lo largo de su larga existencia, conforme va encontrando su magia propia para sobrevivir al abismo. A pesar de la economía de las formas, “El color” sigue siendo una propuesta que mantiene la sofisticación y elegancia que caracteriza las mezclas de Laverde, quien también se encarga de todos los procesos que van desde la maqueta hasta la producción final de cada uno de los cortes de la banda, con algunas excepciones. Esto permite que el sonido de SAAIL siempre sea redondo, que se sienta coherente, a pesar de todo lo que experimenten en sus mezclas. “El color” es un viaje sombrío hacia las debilidades del espíritu humano, pero también hacia su fortaleza propia y a su habilidad de reinventarse. No la dejen pasar en estos días. Conozcan todo lo nuevo que SAAIL tiene para ofrecer aquí.
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