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Por Redacción 120dB Bogotá

6 EPs colombianos del 2017


Cada año Colombia produce una cantidad extraordinaria de canciones, álbumes y proyectos nuevos. Como la potencia musical que somos desde hace varias décadas en nuestro panorama rítmico colindan una gran variedad de géneros que se entrecruzan, se infectan mutuamente o crecen de manera autónoma a fuerza de querer proteger sus raíces y nuestro folclor. Siempre resulta terriblemente difícil hacer una selección de lo mejor del año en cualquier campo, más aún en el musical a la luz de que ahora con plataformas como Bandcamp, Spotify o Soundcloud cualquiera puede lanzar sus canciones al ciberespacio para compartirlas con el mundo. Este año, además de la proliferación de álbumes enteros existió una amplísima difusión de EPs, un formato corto que ha regresado en años recientes con fuerza para mantener a la audiencia pendiente del proyecto sin incurrir en todas las dificultades que implica la producción de un disco entero. Sin embargo, en este pequeño formato nos encontramos con algunas de las canciones más potentes del año. Cualquier conteo es arbitrario y subjetivo y, por ello, no quisimos en 120dB Bogotá establecer una jerarquía de cuál EP es mejor que el otro pues, además, entendemos que cada producto cultural tiene tras de sí muchísimas horas de esfuerzo, insomnio, modelado y construcción. Sencillamente les ofrecemos seis lanzamientos que nos han sorprendido gratamente en este 2017, sin posiciones y haciendo la salvedad de que es muy probable que nos hayamos quedado sin oír muchos de los álbumes que los creadores colombianos nos han regalado en este año próximo a acabarse.

N. Hardem – Lo que me eleva

En marzo el “Perro de Ataque” volvió al ruedo. Con la presentación de Lo que me eleva N. Hardem, MC bogotano con una proyección asombrosa y el pie fuertemente anclado en un público local que lo idolatra, dejó de lado ─una vez más─ los tópicos más estereotípicos del género y construyó un testimonio de seis tracks en el que reflexiona sobre las preguntas más oscuras del alma humana, los rezagos de la infancia en la identidad adulta y la manufactura de beats y rimas con una inteligencia lírica que haría estremecer a otros raperos con mayor trayectoria pero menor sensibilidad estética. Hardem se ha abierto a pulso un lugar en el complejo panorama del hip hop nacional, creando un complejo universo poético que sobresale sobre unos beats elegantes y fríos como la ciudad que retrata. En su obra colindan las referencias eruditas con los referentes simbólicos del basto mundo musical que es el género que durante cuatro décadas le ha dado voz a los desprotegidos, a la periferia urbana, a los olvidados y rechazados. Lo que me eleva es quizás el trabajo más personal a la fecha de este altísimo rimador, transpirando honestidad sobre la hoja en blanca, único testigo de sus divagaciones nocturnas. El EP, producido por El Arkeologo, es en definitiva una obra de arte, un documento para las nuevas generaciones de rimadores, un referente obligado para la historia de una década llena de rimas precisas y vitales.

Ghetto Kumbé – Soy selva

Ghetto Kumbé es un combo de tres afrodescendientes que mezcla raíces afrocaribeñas de Colombia con el poder hipnótico de los beats del house africano. Habiendo actuado junto a Ondatrópica, Sidestepper, Totó la Momposina, La 33 o Abelardo Carbonó, entre muchas otras, el Guajiro, Chongo y Doctor Keyta son algunos de los músicos más avezados de la escena neo folclórica de la movida local. Después de su debut discográfico Kumbé de 2015, este poderoso ensamble presentó Soy selva, un recorrido en cuatro cortes por los más misteriosos sonidos de la tropicalidad colombiana. El EP fue producido por el londinense The Busy Twist, quien desde afuera supo entender el núcleo sonoro de la propuesta, esto es el sonido ancestral de variopintas culturas ancestrales, sus tradiciones con la madre naturaleza, el respeto sagrado por cada uno de los seres que cohabitan en el ecosistema, el ritual de la danza y la alegría tropical de los ritmos afro. En Soy selva existe un universo sónico lleno de gaitas, marimbas, percusiones de la costa Caribe colombiana con el dulce hechizo de los tambores africanos y potentes programaciones electrónicas que parecen traídas de los más exigentes recintos de la movida nocturna londinense. Ghetto Kumbé ha entendido rápidamente que para decir algo inteligente primero es necesario guardar silencio, nutrirse de los sonidos que palpitan en nuestro pecho con los susurros de los ancestros, de las voces dormidas de deidades olvidadas, del sonido de un mundo moderno que, con su tecnología, puede amplificar su sonido para llevarlo a cada uno de los rincones de la tierra.

La Perla – Paren la bulla

Paren la bulla, un EP de cinco temas, recoge el aprendizaje e investigación musical de cinco mujeres colombianas. El conjunto lleva varios años recogiendo el folclor nacional, la música de tambora y los relatos y temáticas de la música del Caribe. En la tradición de cantadoras como Nelda Piña, Petrona Martínez o Totó la Momposina, La Perla propone un regreso a la raíz casi intacto, permitiéndose licencias poéticas que provienen de la música contemporánea, rescatando y permitiendo la permanencia del folclor que estudian. En sus cinco cortes, la influencia musical de estas cinco jóvenes intérpretes se hace tangible, dando cuenta de un importante aprendizaje sonoro que las lleva a recorrer una pluralidad de géneros y expresiones que cohabitan con colorida resonancia en su placa discográfica. Paren la bulla es un esfuerzo necesario en el panorama musical colombiano, una colorida postal hacia el recuerdo pero que, como en un álbum de fotografías familiares, ofrece claves para entender quiénes somos, un rasgo físico que ha sobrevivido al tiempo y que ahora encontramos en nosotros inalterado. Una antífona caribeña empapa las melodías de La Perla, mientras que el tambor es el principal protagonista del ritmo. Con una mezcla de bullerengue, cumbia, merengue dominicano, gaita y champeta criolla, la música de estas joyas musicales se proyecta para dar de qué hablar en tiempos futuros. La Perla ha presentado un EP lleno de alegría y talento, una producción inteligente y celebratoria que seguramente antecederá un camino de éxitos para este tremendo conjunto de mujeres.

Moügli – Lado A

Quien pega primero, pega dos veces y eso es precisamente lo que el dúo de “jungle beat” hizo con Lado A. El EP que recoge cuatro temas presenta en clave la historia de un viajero desde una perspectiva geográfica, mostrando un recorrido físico que parte de la sierra, baja por el Chocó y el Tolima para culminar en Boyacá. Es la prerrogativa de la banda representar la amplia diversidad cultural que colinda en Colombia. Lado A presenta un recorrido geográfico a través del río Magdalena. Como en la literatura de viajes, la ópera prima de Moügli presenta un mágico recorrido entre parajes y veredas, entre ríos y montañas. Aunque el viaje se plantee como una experiencia física, lo cierto es que, a través de la transformación en los ritmos y la música, intuimos también un cambio en la voz que realiza este recorrido. Nunca es la misma persona la que parte que la que arriba. Moügli ha logrado crear en Lado A paisajes altamente evocativos, un recorrido sonoro cargado de mística que recoge las voces de los ancestros desperdigadas entre la vegetación centenaria. Desde su formación a mediados de 2015 ha sido claro que Moügli no es un producto cualquiera, que su visión trasciende los límites de la música y se convierte en metáfora visual de un proyecto más grande que ellos: la diversidad colombiana. Más adelante en el año el dúo presentó Lado B en el que los acompañaban varios artistas locales, sin embargo, preferimos este primer regalo para nuestro conteo a la luz de que fue con él que nos enamoramos de esta banda.

Ela Minus – Adapt

Cerrando una trilogía de pequeños lanzamientos, Ela Minus nos regaló en el primer semestre del año su EP más largo a la fecha. Con Adapt Gabriela Jimeno se sabe completamente cómoda con sus juguetes tecnológicos, una serie de máquinas que le permiten crear electrónica de manera análoga con la que nos viene fascinando desde 2015 y el lanzamiento de First Words. Sin embargo, esta es su obra más introspectiva a la fecha, cercana a la experiencia de su escucha en vivo antes de la fina producción de sus dos primeros lanzamientos. Es también el lugar en el que Jimeno ha encontrado su voz más segura, no permitiendo que nadie más interviniera en el proceso de nacimiento de este poderoso testimonio de cuatro cortes. En Adapt encontramos a esta mujer orquesta intentando entender su lugar en un mundo lleno de temores, de paranoia tecnológica y de estaticismo emocional, cuestionando con mirada atenta el lugar exacto en el que el destino la ha fijado y hacia dónde puede ir después de esta larga travesía. No obstante, la música nunca pierde esa calidad de fina filigrana, esa estética depurada y cristalina que no es frágil sino delicada, no tenue sino minuciosa. Ela Minus es uno de los más inquietantes de la electrónica nacional, una que no invita al despilfarro nocturnos ni a la constatación de los límites del cuerpo sino a la contemplación, a una actitud de ensimismamiento y trance que nos lleva por lugares de una carga atmosférica poderosísima.

Anyone/Cualkiera y El Arkeólogo – Un día menos

El MC de No Rules Clan se unió con El Arkeólogo (Gambeta de Alcolirykoz) para este contundente lanzamiento que retrata Medellín desde la ávida mirada del rapero paisa. Un día menos es la crónica de un día que finaliza con un concierto en el que el rimador sale ovacionado y muy bien acompañado. Son seis cortes pletóricos de referencias en las que José Miguel Class, Rodolfo Aicardi colindan con la lógica de Rápido y Furioso, Iván René Valenciano y James Bond. Con unas cortinillas musicales que recuerdan los boleros de los padres, la orquestación es precisa y delicada, llena de saludos de los artistas más representativos del género en Colombia y el continente. Anyone/Cualkiera demuestra que aunque joven tiene una sabiduría adulta que algunos ancianos no alcanzan a tener como clarividencia cuando sus luces se apagan hacia el final de sus días. Las letras son afiladas y punzantes, como un recordatorio ominoso del pasado violento de una urbe ahora renovada y culturalmente convulsa, las imágenes auto referenciales no se quedan en la mera enumeración de las partes de un tema sino que se transmutan en poderosas metáforas que explican el movimiento del MC por su ciudad, una que sabe suya, aunque ella lo desconozca entre callejones soleados y el hormigón y concreto que la compone. Un día menos es la unión perfecta entre la vieja y la nueva escuela del rap de la montaña, ciudad de rimas, ciudad de versos al dorso de los párrafos de la literatura del sicariato de los noventa, ciudad vital para el género más prolífico hoy por hoy en Colombia.



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