BOmm 2025: Bogotá se convierte en el escenario de la música hecha en Colombia
- Ignacio Mayorga Alzate
- hace 44 minutos
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Del 9 al 12 de septiembre la capital colombiana vivirá, otra vez, su propia feria internacional de sonidos. El Bogotá Music Market – BOmm, que este año llega a su edición número 14, confirma por qué es mucho más que una rueda de negocios: durante cuatro días la ciudad late al ritmo de showcases, conferencias, talleres y encuentros que convierten a Bogotá en un laboratorio sonoro y en un epicentro de oportunidades para la industria musical.
El BOmm es, desde su creación, un espacio pensado para tender puentes. Artistas, managers, editoras, sellos, agencias y programadores nacionales e internacionales se encuentran para escuchar, negociar y proyectar el futuro inmediato de la música hecha en Colombia. En esta edición, organizada por la Cámara de Comercio de Bogotá, participarán 228 proyectos musicales, 28 agencias de representación, cerca de un centenar de agentes de industria y más de 90 compradores nacionales e internacionales. El resultado esperado: la construcción de una red más sólida para la circulación del talento colombiano en escenarios del continente y de Europa.
Pero el BOmm no se queda en los salones de reuniones ni en las mesas de compradores. La ciudad entera se activa con las Noches BOmm que, el 11 y el 12 de septiembre días llevarán más de 30 presentaciones en vivo a 15 venues icónicos de Bogotá. Es allí, en bares, clubes y teatros, cuando el mercado abre sus puertas para el público general: un encuentro democrático en el que quienes programan festivales en México o Nueva York comparten pista con la audiencia local que se reúne para descubrir nuevos artistas y vibrar con el sonido de sus actos favoritos.
La franja de showcases, por su parte, volverá a ser la vitrina más codiciada del evento. En el Teatro Colón y en la Sala Fanny Mikey se presentarán 32 propuestas que hoy marcan conversación en la escena: de la potencia tropical de La BOA al pop alternativo de Loyal Lobos, de la energía guitarrera de Nicolás y los Fumadores a los beats electrónico de Felipe Gordon, pasando por proyectos como Búha 2030 o Okinawa Bullets.
Este año, además, el mercado pone el foco en la música electrónica con BOmm+, un programa especial que celebra este lenguaje como puente intercultural. Gracias a la alianza con el Institut Français, el Centre National de la Musique y la BPM Agence, una delegación de artistas y profesionales franceses se suma a la programación para dialogar con la escena local y con nombres de referencia internacional.
La conferencia BOmm 2025 también abre espacio para temas urgentes: la salud mental en la industria, los nuevos hábitos de consumo de la Generación Z, la relación con marcas y plataformas y las rutas posibles para que la música colombiana siga creciendo en el circuito global.
Entre los invitados figuran perfiles clave de la industria: Sammy Andrews (Reino Unido, Deviate Digital y Music Minds Matter), referente en estrategia digital y bienestar; Jacob Fox (EE. UU., WME), agente de booking; Amy Roland (Sony Publishing US Latin), especialista en sincronización; Priscila Santana (City Parks Foundation/SummerStage); y Pierre-Marie Oullion (Francia, Nuits Sonores/BPM), uno de los curadores más activos de la electrónica europea. A ellos se suma el equipo de inteligencia de mercados, integrado por Lia Camille Crockett (Norteamérica), Juan Ortiz de Zaldumbide (Europa) y el colombiano Gregorio Hernández de Alba, cofundador del sello In-Correcto y responsable de mapear oportunidades en América Latina.
“Desde la Cámara de Comercio de Bogotá creemos en el poder transformador del arte y la cultura. El BOmm es una muestra de cómo el talento colombiano puede abrirse camino en el mundo”, señaló Ovidio Claros Polanco, presidente de la entidad, al presentar la edición 2025. En suma, el BOmm es mercado y es festival, pero sobre todo es una cita donde la música hecha en Colombia se piensa y se proyecta. Una plataforma que democratiza el acceso activa la ciudad y recuerda, durante una semana entera, que Bogotá tiene un sonido propio y que está listo para viajar.