La música de Carlos Rizzi es poco menos que una obra de arte. El productor y músico colombiano ha logrado convertirse en uno de los talentos independientes más emocionantes de nuestro país, produciendo desde Berlín, en 2019, su álbum Now Here Nowhere, un documento perspicaz en el que la experimentación musical colindaba con sonoridades más populares como el house, el techno, el electro y texturas sobrenaturales prestadas de sonidos más complejos como el noise y el ambient. Así mismo, Rizzi presentó en 2020 el EP Vestigial. Este documento explora la línea cada vez más difusa entre lo orgánico y lo mecánico, creando una plétora de paisajes sonoros cargados de rica y emocionante experimentación con máquinas y samples.
La electrónica nacional ha encontrado en el productor a un sobresaliente exponente de la compleja producción ambiental, como lo evidencian los tres últimos sencillos a los que les ha dado forma para su próximo álbum Teselas. Alejándose del club, la música de Carlos Rizzi eleva a la electrónica a un lugar de arte contemporáneo y arte sonoro, construyendo paisajes sofisticados, vívidamente mecánicos, explorando las formas a las que puede dar forma si se olvida de las construcciones y fórmulas a las que una élite eurocéntrica lleva apelando por demasiado tiempo en los listados de Beatport y en los festivales multitudinarios. A esta nueva etapa se suma también "Pico", otra pintura sonora que Rizzi incluirá en el vibrante álbum que presentará más adelante.
"Pico" es una canción que aborda la ansiedad y la falta de concentración durante momentos de crisis, constante incómoda en el ejercicio de creación artística. Inspirada en la sensación de caos y confusión en la que pareciera que no tenemos agencia sobre lo que nos ocurre, pareciera que el productor prefiriese abrazar el caos en búsqueda de la posibilidad de hallarse en un lugar más tranquilo. La canción se desarrolla sobre percusiones abstractas y efectos en el espectro estéreo, junto con una base armónica colorida y vibrante que resalta el motivo melódico principal. Al igual que en sus lanzamientos anteriores, Carlos Rizzi se inspira en los sonidos del Jungle y el IDM para capturar estas sensaciones, creando una pieza dinámica, abstracta y llena de detalles que se revelan con cada nueva escucha. Es una pintura viva de formas que se desdoblan y languidecen, que se extienden para abarcarlo todo y envolvernos en una nueva realidad sonora que, a pesar de la complejidad de la pieza, reconforta y tranquiliza.
