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  • Foto del escritorIgnacio Mayorga Alzate

Cold Tropics plantea un escape idílico de las drogas y el caos en "Juana y el Cairo"


En 2017 los Cold Tropics publicaron su primer EP titulado Permanent Vacation, iniciando la carrera con un sonido que definieron como música para estar ebrio en una playa fría. Quizás habría que añadir que es música para estar ebrio y triste en una playa fría. O en una ciudad fría. En un volcán inactivo, en un pantano silencioso, en Suba, en Mordor. La música de los Cold Tropics tiene algo especial. Quizás es la reminiscencia a ciertos actos como The Smiths, The Stone Roses, Hüsker Dü, The Horrors o Motorama. O también la elegancia de sus imágenes poéticas, que beben de lo urbano y lo abyecto como fuente de profunda inspiración, creando una banda sonora para una noche llena de equivocaciones, de encuentros fortuitos en baños con stickers y rayones, de abrumadora y perjudicial libertad juvenil. Con Old Yellow Days de 2018 la banda continúo construyendo sobre un sonido nostálgico y misterioso, con guitarras de surf helado y rock setentero con gafas de aviador. Ahora, la banda bogotana lleva un par de lanzamientos midiéndosele a cantar en español, lo que abre las puertas a que su sencillo sea más accesible y universal, sin restarle rigor a una propuesta gruesa y vigorosa.


“Juana y el Cairo” es el cuarto lanzamiento de su próximo lanzamiento discográfico, Fármacos, que fue grabado en Inmotion Studios. El nuevo tema de los Cold Tropics es la promesa de un romance inevitable, un reencuentro imaginario y delirante embriagado por la usual narrativa química y absurda que llevan en sus temas. Con “Juana y el Cairo” muestran una nueva cara de un disco que tiene tintes de cinematografía visceral y una narrativa empapada de sudores químicos y temblores por el síndrome de abstinencia. “Juana y el Cairo” es dinámica y enérgica, llena de guitarras filosas que atraviesan océanos densos y oscuros para sobresalir sobre un bajo robusto y un batería galopante y sofisticada. La entrega vocal tiene guiños a The Libertines y The Drums, con gruñidos y siseos que intensifican la historia de un romance ficticio, un anhelo inasible de un cuerpo idealizado a la medida de la fantasía propia. La canción se presenta como un recorrido retro y visceral por varios de los sonidos que han influenciado la carrera de los Cold Tropics: el indie de los noventa y principios de los 2000, el garage, el punk y el surf.


“Y esta vez intento cometer/ solo los delitos/ donde tú estés bien” abre la letra de “Juana y el Cairo”, planteando la posibilidad de un escape idílico junto a una persona imaginada. Esta huida, sin embargo, no dará sosiego a la voz poética que ya se ha acostumbrado al consumo repetido de drogas para sobrevivir el día a día: “las drogas sin Tijuana/ no me sientan bien”. En esta fábula la pareja huye para morir a las orillas del Nilo, para que sus cadáveres sensuales y coquetos maravillen a los arqueólogos del futuro. Es una construcción melódica frenética y convulsa que nos lleva a un lugar extraño y solitario, lleno de anhelo y ansiedad por salir de la tumba que hemos cavado con nuestras propias uñas y en la que nos hundimos entre crujidos y narices congestionadas. Con cada lanzamiento nuevo, los Cold Tropics demuestran que se traen entre manos un álbum impresionante y divertido. Seguramente será un lanzamiento para no olvidar.


Escucha "Juana y el Cairo" de Cold Tropics en nuestra playlist "Cuarenta canciones para quedarse en casa"

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