Diana Vickers redefine su retorno con "Pretty Boys" y una estética que apuesta por el control y la vulnerabilidad

El nuevo sencillo de Diana Vickers, "Pretty Boys", confirma que su regreso no es un gesto nostálgico sino una exploración más segura, afilada y deliberada de su identidad artística. Tras el lanzamiento veraniego de “Ice Cream”, que abrió esta nueva etapa con humor y una energía lúdica, Vickers entrega ahora una canción que juega con el pop de los dos mil, el coqueteo descarado y una lectura irónica sobre los patrones afectivos que se repiten hasta que alguien decide romperlos.

La canción, escrita junto a Dee Adam y George Glew —quien también firma la producción—, sostiene una mezcla de brillo y descaro que no disfraza el trasfondo emocional de la pieza: la necesidad de recuperar el poder personal después de relaciones marcadas por dinámicas dañinas. La propia Vickers lo resume con claridad al hablar del proceso que inspiró la letra: tras pasar demasiado tiempo en la consulta de su terapeuta, decidió apartarse del tipo de hombre que repetía sus peores experiencias afectivas. "Pretty Boys" funciona, entonces, como una afirmación construida desde la ironía, la sensualidad y una voz que no teme mostrarse vulnerable mientras recupera su centro.

El videoclip dirigido por Leo Cackett acompaña esa lectura visualmente. Desde referencias a Basic Instinct y campañas de moda de los noventa hasta guiños a la estética de Kylie Minogue, las imágenes componen una secuencia que se mueve entre lo cinematográfico y lo subjetivo. Vickers se muestra entre escenas nocturnas en Shoreditch, primeros planos que sugieren intimidad y un juego constante entre fantasía y afirmación personal. El resultado es un video que no pretende ilustrar el texto de manera literal, sino expandir la idea de una mujer que se reescribe según su propio deseo.

En redes sociales, Vickers ha impulsado el lanzamiento con una estrategia directa: clips del rodaje, fragmentos del sencillo antes del estreno y mensajes donde habla del proceso creativo con un tono cercano, como quien comparte un logro personal más que un producto. La recepción ha sido inmediata, en parte gracias a la comunidad que cultiva desde su faceta como creadora digital y como parte del dúo Ki & Dee, cuya presencia viral la ha mantenido en el radar de un público que trasciende la nostalgia por The X Factor.

2025 ha sido un año de consolidación para Vickers. Además de su incursión en los escenarios teatrales —incluyendo su participación actual en Coven en el Kiln Theatre— y del estreno del pódcast Just Between Us, que debutó en el segundo puesto en las listas británicas, su música ha recuperado un espacio propio que se siente completamente suyo. "Pretty Boys" amplifica ese gesto: es pop, es desparpajo, es memoria de otra era, pero al mismo tiempo es un punto de presente donde tanto la letra como la interpretación se sostienen desde una madurez emocional que no necesita solemnidad.