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  • Foto del escritorIgnacio Mayorga Alzate

Escuchen “Señal del viento” con que Las Áñez ganaron la convocatoria “IDARTES se muda a tu casa”


El portafolio de estímulos de IDARTES es un premio gordo al que apelar por parte de artistas, escritores, dramaturgos y realizadores audiovisuales. Desde que inició la emergencia sanitaria debido al COVID-19, el instituto bogotano soltó una serie de convocatorias que tenían como fin auxiliar a través de estímulos al sector cultural. A la luz de que la cultura es una de las industrias más golpeadas por la imposibilidad de celebrar conciertos y espectáculos en vivo, estos estímulos ofrecen un sosiego para algunos de los creadores bogotanos, o residentes en la capital, que han tenido que ver cómo sus sueños entran en pausa hasta que podamos resolver este problema epidemiológico. El jueves pasado se presentaron los ganadores de una de las convocatorias más interesantes de IDARTES, Idartes se muda a tu casa. La anterior tenía como objeto medir la creatividad en medio del confinamiento y ofrecía cerca de 1000 millones de pesos divididos entre varias categorías en múltiples categorías.


Una de las categorías más emocionantes era, sin duda, la composición de una canción en casa de no más de siete minutos utilizando objetos de la cotidianidad del hogar. De manera colectiva o individual, centenares de músicos participaron de este proceso, aunque solo algunos pocos lograron el premio por el uso de su imaginación y habilidades de composición. Es el caso de Las Áñez, dos gemelas bogotanas que han logrado llevar su voz hacia los límites máximos de lo música, convirtiendo sus gargantas y cuerdas vocales en instrumentos que emulan sonidos de percusión o crean melodías complejas con métricas imposibles. Sin duda, después de tres álbumes excelsos en los que han perfeccionado su arte, esta categoría les quedaba como anillo al dedo, permitiéndoles crear una pieza minimalista de gran impacto estético, canción que han bautizado como “Señal del viento”.


A las gemelas Áñez les bastó utilizar el sonido de llamada en espera de un teléfono fijo para construir toda la base rítmica de su composición, que luego alternaron con sus finas voces para construir el aspecto melódico de “Señal al viento”. Con una influencia del bambuco y los ritmos típicos de la región cundiboyacense, las hermanas reflexionan sobre la situación actual, extrapolando las causas de la pandemia a nuestra propia responsabilidad como seres humanos, a la vez que recubren su frágil y delicada canción con un cálido manto de esperanza y sosiego. Las Áñez nos obligan a escuchar la señal del viento, esto es un mensaje susurrado por el abusado mundo vegetal que, a fuerza de los ruidos de la civilización, hemos dejado de escuchar. Las gemelas bogotanas han creado una pieza de una belleza singular que les ha merecido un premio más en una carrera excelsa. Con el dinero del estímulo seguro podrán darle una capa de pintura al techo que manchó la humareda.



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