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  • Foto del escritorIgnacio Mayorga Alzate

Los Pirañas presentan uno de sus discos más alocados en vivo



Desde hace más de una décadas Los Pirañas se ha convertido en una de las bandas claves del circuito musical independiente, no solo de Bogotá, sino del país. Lo que comenzó como una aventura de guaquería vinilera, culminó luego de un largo proceso de investigación en el lanzamiento de uno de los proyectos centrales de la nueva tropicalia cachaca, o si acaso en la instauración de una tropicalia cachaca, que desde entonces ha cristalizado en algunos de los proyectos musicales más interesantes de nuestro circuito nacional alternativo. Los tres amigos que fundaron el proyecto –Eblis Álvarez (Meridian Brothers, Chúpame el dedo), Mario Galeano (Frente Cumbiero, Ondatrópica) y Pedro Ojeda (Romperayo)– son algunos de los músicos más virtuosos de la escena local. Como todos artistas de renombre, primero dominaron la técnica perfecta para luego deconstruirla en un collage cubista de influencias, citas, robos, translocaciones y travestismos armónicos. Por ello, Los Pirañas marca un antes y un después en la música bogotana, una música que aprendió a dejar de mirarse el ombligo (o el ombligo de los gringos) para construir sobre el legado de grandes hombres olvidados de nuestra historia fonográfica.


Con el lanzamiento de Toma tu jabón Kapax a través de Festina Lente (2005), la banda anticipaba una transformación del sonido bogotano. Ya jugaba Álvarez con sus máquinas de ritmo, mientras Galeano le daba un peso elástico a la mezcla con bajo tensado hasta el punto de comprometer la integridad física de sus cuerdas gruesas metálicas. Mientras tanto, Ojeda les pegaba a sus latas recordando la era en la que empezó a tocar la batería con un set improvisado más cercano a los timbales durante su adolescencia. Siguieron dos discos: La diversión que hacía falta a mi país (2015) e Historia natural (2019), lanzamientos claves que los encontraron celebrados por la crítica que una década antes no entendía lo que hacían, pero que ahora los recordaba como los luminarios vanguardistas que habían sido desde que coincidieron luego del colegio en las aulas de la Universidad Javeriana y en una banda de punk que no dio frutos en su adolescencia. Como peces en aguas turbias, Los Pirañas nadaban contracorriente y se tragaban el mejor bocado de este río convulso y oscuro que se el discurrir del relato cultural de la historiografía de nuestro país. Ahora, celebrando su nuevo bebé mutante, Los Pirañas se presentarán este 11 de junio en Latino Power, aprovechando el levantamiento del toque de queda decretado por la alcaldía hace un par de días.


Infame golpazo en Keroxen nace de una beca artística que la banda se ganó en Tenerife. El proyecto consistía en una residencia artística en la que los tres músicos colaboraron con un trío de cobres canario, además de con el artista audiovisual Paco Guillén, quien realizó una pieza en video de este proceso grabado en un tanque gigantesco de queroseno. El lanzamiento es una revisión de sus grandes éxitos con el aditivo de más cobre y el espíritu del jam como ejercicio de lúdica surrealista que será editado en vinilo por el sello inglés Descrepant, con sede en Londres. El vinilo se compone de 4 temas revisados por la banda para esta ocasión única de experimentación y será celebrado con una fiesta (¡por fin!) de aforo limitado el viernes 11 en Latino Power. Acompañando a la banda estará Mateo Rivano en su alias de DJ Barba Roja. Será una fiesta de cumbia, champeta, psico surf, rock, y todo el sancocho intermedio, deglutido y devuelto por los peces más rabiosos del circuito nacional.



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