top of page
  • Foto del escritorIgnacio Mayorga Alzate

Semblanzas del rio Guapi, el territorio como bandera



Hablar de Semblanzas del rio Guapi implica, necesariamente, irse a lo más profundo de la selva del manglar para buscar la raíz acuática de un sonido cargado de historia. La banda, fundada hace más de una década, se ha convertido en una institución del Cauca configurada por más de una decena de músicos tradicionales que regresan a los sonidos del bambuco, la juga, el buga o el arrullo para seguir construyendo una historia de resistencia cultural en la que sobrevive el discurso de los primeros palenques solitarios de los cimarrones fugados, aquellos que tuvieron que encontrar un punto en común en sus discursos musicales al haberse confundido su ascendencia geográfica en todos los complicados procesos de colonización de nuestro territorio. Así, Semblanzas del rio Guapi se ha configurado como un acto de supervivencia discursiva cargada de una alegría resiliente y honesta que permite que la plétora cultural de nuestro país tripartita se mantenga viva a pesar de la influencia foránea de las músicas que vienen desde el mainstream global.


Voy pa’ allá, el primer álbum del conjunto editado a través del esfuerzo de Discos Pacífico, es un documento esencial del presente año que recoge 14 composiciones que la banda ha venido preparando desde el lanzamiento de Ay mi marimbita a onde ta de 2014, que editaron como ganadores del Petronio Álvarez. Recogiendo desde su nominación las formas discursivas del territorio, este juego de acentos y voces le da visibilidad a uno de los proyectos esenciales del Pacífico colombiano, una banda que ha aprendido a la fuerza a crear con sus propias manos el resguardo musical que habita. Caracterizada por la fuerza interpretativa de sus cuatro cantaoras, Semblanzas del rio Guapi es una de las agrupaciones esenciales de las nuevas músicas folclóricas colombianas, un proyecto que ahora y de manera afortunada podrá tener mayor difusión dentro y fuera de nuestro territorio. A propósito de su presentación en la próxima edición de Estéreo Picnic, hablamos con Libia Sinisterra, lideresa del proyecto musical y pedagógico.


Comencemos hablando de la historia de Semblanzas y cómo nace. Tengo entendido que no es solo una agrupación, sino un proyecto de formación musical.


Nace por iniciativa de las hermanas Cortés, puesto que nosotros, cuando estábamos más chicos, pertenecíamos a una agrupación que se formó por las instituciones educativas, entonces dirigida por el maestro René Bonilla, llamada Voces de la Marea. Esta agrupación desapareció cuando los integrantes se fueron a la ciudad a formalizar su educación superior. Entonces, junto a las hermanas Cortés, a nosotros que somos músicos empíricos, nos nace ese legado ancestral y no podemos vivir sin él, por lo que nos vimos en la obligación de convocarnos, de pintarnos la idea de conformar nuestro grupo desde el territorio, pues nosotros no tuvimos la facilidad de salir a la ciudad a realizar nuestros estudios. ¿Por qué Semblanzas? Porque realmente es un ensamble del rio Guapi. Nosotros pertenecemos a diferentes veredas aledañas al municipio: San Antonio, San José, Limones. Al fusionarnos suena algo grandioso porque, a pesar de que somos de Guapi, se identifica la sonoridad y la tonalidad de cada uno de los integrantes.


En el 2009 decidimos plantearnos como músicos y en 2011 decidimos participar en el Festival Petronio Álvarez, en el que obtuvimos el segundo premio en la modalidad de Marimba. En el 2012 volvimos al Petronio, tuvimos el primer premio, y fua allí cuando nos sentamos a decir “¿Qué vamos a hacer? Ya somos músicos, nos han ido reconociendo, pero hay mucho niño que también tiene el mismo espíritu y las mismas ganas de aprender empíricamente este legado ancestral. ¿Qué vamos a hacer?”. Decidimos empezar ese proceso de formación en Limones, donde estaban las hermanas Cortés. Ahí hubo un impacto muy positivo porque la institución educativa se vinculó también en el proceso que nosotros traíamos y que hacíamos porque nos nacía. A partir de ello, fuimos convocando también a otras veredas porque también dentro de nuestro municipio tuvimos la capacidad de capacitarnos virtualmente, de ser pedagogos, trabajadores sociales. Así, nos dieron empleos. Así hemos estado garantizando la formación pedagógica dentro y fuera del territorio.



¿Qué recuerdas, o cuál fue el proceso detrás de, la grabación de Ay mi marimbita a onde ta, que salió en el 2014?


La grabación del disco precisamente fue como ese regalo que nos obsequiaba el Petronio cuando ganamos. Fue un paso para que nosotros creyéramos en nosotros mismos y que también la gente nos reconociera como músicos. Recuerdo que la gente nos miraba y decía “Estos peladitos son unos diablos, pero diablos en buen sentido: son chiquititos y cantan como personas adultas. La tienen clara”. Ese fue el enganche para que nos vieran como un referente musical de la música de marimba y de canto tradicional.


Un tiempo después llegan a la familia de Discos Pacífico. ¿Cómo fue ese encuentro?


El maestro Iván Benavides es una de esas personas que creyó en nosotros. Nos dijo “Ustedes van a ser grandes. Yo creo en ustedes”. Por eso, él todos los involucrados en el programa Territorio de oportunidades, fueron aliados estratégicos para el proyecto. Nos abrieron las puertas para que por medio de nuestra música pudiéramos compartir nuestras vivencias. Para nosotros ha sido grandioso porque este disco, Voy pa’ alla , nos ha abierto el camino para sonar a nivel nacional e internacional, para que otros países y comunidades puedan visionarse en que por medio de la música se puede construir comunidad y que se conviertan en aliados de Colombia. Esas son las cosas que hacen falta en los países para tener un mundo mejor y caminar de la mano.



Hablemos de los remixes. ¿Cómo se sienten cuando otras personas toman el sonido tradicional de Semblanzas y lo reinventan dentro de la música electrónica?


Nosotros debemos tener claro que en el mundo no a todas las personas les gusta la música tradicional o el hip hop o algo fusionado. Pero queremos también demostrarle a la gente que somos uno solo. Hay personas a las que les puede gustar la música tradicional, pero quiere escucharla desde otra perspectiva, desde otros géneros. Le estamos apostando a eso: a ser todos hermanos y que escuchemos la diversidad musical, que escuchemos otras formas de visionar la música. Nos vemos como músicos tradicionales, pero también nos vemos como músicos comerciales. Para nosotros es también muy importante escuchar el talento de cada quien mezclando también el de nosotros.


Hay unas complicaciones de orden logístico en el proyecto. ¿Cómo llegan, por ejemplo, al Estéreo Picnic?


Bueno, nosotros partimos del municipio de Guapi, en el Cauca. Ahí estamos la mayoría. Hay otros integrantes que tienen que desplazarse desde otros municipios a Guapi, hacer una trayectoria por mar para poder partir de aquí. Luego buscamos llegar a Cali por avión, por lancha o barco y luego ir a Bogotá, en avión. Para nosotros no es un obstáculo, siempre y cuando tengamos las ganas y los objetivos claros, que son salvaguardar nuestras músicas y cantos tradicionales y ser escuchados ante el mundo.


Hablando de salvaguardar las tradiciones, quería saber sobre el impacto en la población joven del programa de formación en la vereda de Limones.


Mira que el impacto ha sido muy positivo. Para nadie es un secreto que nuestros pueblos han sido víctimas de conflictos de diferentes índoles. Integrar nosotros a los jóvenes al decirles “Muchachos, no pensemos en un fúsil sino en una guitarra” es importante. El fúsil te encierra en un círculo del que no hay escapatoria, pero si tú miras la marimba como instrumento que te ayuda no solo a ser músico sino a sembrar de pronto la palma de chonta o a sembrar un árbol y poder garantizarle un sustento a tu familia, o garantizarte un estudio superior, hay oportunidades. Eso para nosotros es grande porque estamos construyendo comunidad y hay jóvenes a los que realmente les está gustando la música tradicional. Por medio de nosotros, que estamos jóvenes, ellos conocen nuestra historia y dicen “Yo quiero ser como Semblanzas”. Ha sido un cambio positivo y somos un referente para ellos: nos respetan. Nos respetan nuestros mayores y nuestros jóvenes.


¿Cómo integran la cotidianidad del rio en la escritura de las letras?


Nuestra música va enlazada a nuestras vivencias. Nosotros con nuestra música hablamos lo que no podemos decir en palabras, hablamos de lo que realmente queremos que pase, contamos lo que nuestros ancestros vivieron. El rio es fundamental. El aire es fundamental. La naturaleza es fundamental. Esto es lo que ha vivido en el transcurso de toda nuestras vida y lo que vivió en el transcurso de la vida de nuestros ancestros. Para nosotros eso es fundamental. Componer una canción en otro contexto, como Bogotá, se puede. Y sale una letra muy bonita, pero va a salir mucho más grandiosa en nuestro entorno. Nosotros estamos viviendo realmente el flagelo de la violencia, nosotros estamos viviendo en carne propia los cambios o desastres que vienen de la ciudad hacia nuestro territorio.


¿Cómo asumen la responsabilidad de ser los representantes de las músicas tradicionales del Pacífico en un festival en el que probablemente la mayoría de las personas no escuche este sonido?


La verdad, la responsabilidad la asumimos con mucha serenidad y mucha consciencia, porque vamos a cantar como siempre lo hemos hecho: con el alma en representación de nuestras comunidades, de nuestros músicos y nuestros ancestros, de nuestras familia. Quien escucha puede decir que en Colombia no todo es malo y que a través de nuestras música podemos dar un ejemplo para que otros países puedan trabajar en comunidad y podamos construir la paz anhelada entre las naciones. Asumir este reto como proyecto no va a ser difícil. La gente va a estar conectada con nosotros porque nosotros transmitimos esa tranquilidad.



Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page