Con más de quince años en el ruedo, Chite se ha convertido en una de las bandas esenciales del circuito underground capitalino. Desde la aparición en 2005 de Quince escupitajos bailables, el quinteto de punk bogotano se ha ganado a fuerza de sangre, sudor y lágrimas, el corazón de los escuchas nacionales. Con un proyecto que va de la ironía a la crítica social en tres acordes y con composiciones frenéticas y llenas de energía, Chite ha demostrado el valor que deviene de un esfuerzo independiente, la fuerza de llegarle al público de a pie prescindiendo de un circuito cerrado de bares y locales. En 2013 la banda presentó Ladridos prohibidos, su última producción de estudio a la fecha, un documento de empuje y furia que demuestra la vigencia de este rabioso acto de punk.
Para agosto de este año la banda ha preparado dos conciertos para lanzar su nuevo proyecto, Alegrías de perro viejo, su cuarto álbum de estudio. El quinteto prepara dos eventos para mayores y menores de edad, asegurándose de que ninguno de sus seguidores se quede sin su dosis musical. El 5 de agosto la banda estará presentándose en Matik Matik acompañada de The Kitsch, otro gran talento del underground nacional y del circuito de bares alternativo. Esta presentación será solo para mayores de edad. Al día siguiente, en las tarimas de Ozzy Bar, la banda regresará con un concierto vespertino para todas las edades. La semana pasada Chite presentó uno de los nuevos cortes de Alegrías de perro viejo, “Whiskería”. Por ahora, eso es suficiente mientras recibimos su nuevo álbum.