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  • Foto del escritorIgnacio Mayorga Alzate

Babelgam entra en modo electro-clash con “KYC”


Hablar de Babelgam es hablar del triunfo de la independencia, la visión artística y la declaración de principios. Aunque la banda lleva poco tiempo moviéndose por la capital y ciudades aledañas, se ha convertido rápidamente en un fenómeno musical que nos tomó a todos por sorpresa con la fuerza de sus oscuras e hipnóticas melodías, su contundente puesta en escena y su visión creativa que excede la estrategia básica de lanzamiento de sencillos para construir una identidad propia, una base de fans fiel y una estética propia y por demás implacable en la movida nacional. Con Mar de hiladas, su primer EP lanzado a finales de julio, el cuarteto bogotano le dio un golpe contundente al mainstream y demostró que se puede contar historias fascinantes y envolventes desde la periferia y el silencio. Desde la orilla abyecta Babelgam contempla un mar inquebrantable y narra la experiencia urbanita de quien le teme a la caída de los muros, a las sombras de los callejones, a los cúmulos de personas en las plazas públicas. Ahora, después de la presentación de “Keanu Reeves” en febrero, la banda regresa con “KYC” un electro-clash de factura delicada, pero con una fuerza política importante, nueva veta creativa que estamos felices que exploren.


“KYC” encuentra a Babelgam explorando un sonido cercano al electro-clash neoyorquino de principio del milenio, influenciado por el trabajo de bandas como The Knife, pero también de la fuerza de Robots in Disguise o la dinamita lírica de “We Are Rebels” de Alice in Videoland. Jugando con un nuevo sintetizador KORG para darle una delicada base de secuencias electrónicas, la banda crea un sonido distópico que se complementa con guitarras afiladas sobre una capa de calma percusión sincopada. La voz de Juan Tuaty es un furioso y crudo grito de independencia punk, mientras que las influencias de los new romantics ayudan a construir una atmósfera hipnótica que obra como la fuerza de la propaganda en la construcción y recordación de un mensaje directo y elocuente: la necesidad de construirnos como individuos dentro de un gran cuerpo social que nos vigila. Frente al ejercicio disciplinario de la biopolítica, la banda alza la voz y le dice “¡cállese!” a los gobiernos corruptos y represivos, a los medios que desinforman y, en general, a un sistema cuyo virus endémico es la necesidad de controlar a los cuerpos, determinarlos y alinearlos para decirles hacia dónde marchar.


“La canción está enmarcada en un ambiente político y social delicado, pues, como sabemos, la ultraderecha y el fascismo salieron del clóset hace algunos años y hay muchosgobiernos así en el poder”, explica Tuaty en el comunicado de prensa que acompaña el lanzamiento. “Así mismo, todo esto está relacionado con figuras sociales y de consumo que están directamente manipulándonos. Es una crítica a ello. Es un llamado a la individualidad. Es una queja a ese ambiente: ¡cállese!”. La manipulación mediática, la desinformación y la ignorancia nos han puesto un bozal en la boca, cuando es precisamente estos mecanismos los que debemos silenciar nosotros como pueblo, unidos. “KYC” presenta una nueva faceta en la exploración sonora de Babelgam. Si bien las guitarras siguen teniendo un protagonismo esencial, ahora dialogan con un sonido futurista y digital que sirve para crear un mensaje importante y esencial. Como en las mejores novelas del cyberpunk, Babelgam se enfrenta desde las orillas digitales del ciberespacio contra el odio, la discriminación, la xenofobia y, sobre todo, el miedo. Alcen la mano y griten “No me digas qué hacer”. Aquí está lo nuevo de Babelgam.



Escuchen "KYC" de Babelgam en nuestra playlist "Cuarenta canciones para quedarse en casa".

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