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  • Foto del escritorIgnacio Mayorga Alzate

La sociedad de la sombrilla desdeña la cultura de los aplausos en “La claque”, junto a Piel Camaleón



Formados en 2013, La sociedad de la sombrilla no se ha quedado callada un solo segundo desde la publicación de Mamá, mira lo que hice de 2015. Con una trayectoria estable y un sonido que bebe lo mismo de las letras de Cerati como la estruendosa persona de Royal Blood, este acto bogotano tiene entre sus manos uno de los proyectos más enérgicos del rock local, presentándose en importantes tarimas como el Circo del Cónsul y haciendo parte activa del circuito de bares de rock de la capital, dándolo todo en cada una de sus presentaciones, revitalizando a cualquier incauto que podría compartir esa visión que, en aras de intentar ser moderna se está volviendo arcaica a fuerza de repetición, quiere convencernos que el rock está muerto. Ahora, constituida como un dúo por Juan Pablo Cortés y Nicolás Gutiérrez, la banda ha empezado a mostrar una nueva faceta sonora para su próximo disco, que irá revelando a lo largo del año, y que los encuentra fascinados por la ciencia ficción y los sonidos digitales.

A finales de 2020, atraídos por la música electrónica y las narrativas de la ciencia ficción, La sociedad de la sombrilla entró al estudio de grabación para explorar sus nuevos intereses en un disco. “La máquina moral” es la primera prueba de esto y bebe de la influencia orwelliana para construir un relato sobre la disciplina y la vigilancia, sobre la biopolítica de los cuerpos y la determinación del individuo como engranaje de una máquina más grande que lo excede y lo desindividualiza en su diferencia. Reuniendo elementos de la ciencia ficción y sonidos electrónicos, esta canción propone un ambiente influenciado por la música industrial mientras que su letra expone un desconcierto frente al estado actual de la relación hombre-máquina, temática que será tratada desde diferentes ángulos a lo largo del álbum que llegará más tarde este año y que sucederá al Resiste de 2018.


Para su nuevo sencillo, “La Claque”, el ahora dúo presenta la voz de Daniel Moreno de la implacable Piel Camaleón para desdeñar la cultura de los aplausos vacíos, un sistema que se retroalimenta en una celebración de los mismos con las mismas sin aportar nada relevante al campo del arte o, en el caso particular de los bogotanos, el campo de la música y la cultura. Esta canción, con sonidos electrorock, habla de ‘la claque’, un término que describe a un grupo de personas que aplauden, defienden o alaban las acciones de otra buscando algún provecho. Así, el tema sienta una postura frente al aplauso automático, irreflexivo y complaciente que abunda en la industria cultural y musical en nuestros días. Muy apropiada para la estúpida y masiva cobertura de los hediondos atuendos de todos y cada uno de los presentes en la MET Gala, sobre todo aquellos que ataviaron a Maluma y a J Balvin. Dos de las bandas alternativas bogotanas esenciales de los últimos años se unen de esta manera en un corte minimalista con visos de electroclash, synth punk a la manera de The Prodigy y melodías sofisticadas influenciadas, quizás, por Faithless. “La Claque” es el tercer sencillo del próximo álbum de La sociedad de la sombrilla, en el que la banda ahora dúo ha virado hacia sonidos más cercanos a la electrónica o el rock electrónico. El color único de la voz de Daniel Moreno, de Piel Camaleón, le da mucha fuerza al sencillo, que no necesita decir mucho para dejar claro su punto. Tampoco es que la música tenga la obligación de ser una tesis con normas APA.




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