willoh y el eco emocional del desorden: “Buckshot”
- Ignacio Mayorga Alzate
 - hace 2 horas
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Desde su habitación en Springfield, Missouri, la joven productora y compositora willoh continúa trazando una obra íntima y desconcertante, tejida con capas sonoras que desafían cualquier expectativa de orden. En “Buckshot”, su nuevo sencillo, esa apuesta por el caos emocional y la sensibilidad sin filtros alcanza un punto de inflexión: la canción es, al mismo tiempo, un retrato de la confusión y un intento por sostenerse en medio de ella.
A los 19 años, willoh ya ha delineado un universo estético propio: su álbum not more than that, but more please la presentó como una narradora de melodías vulnerables y atmósferas frágiles, donde la voz flota entre glitches, reverbs y armonías a medio armar. En “Buckshot”, esa fórmula se tensa aún más, como si cada sonido estuviera tratando de encajar sin lograrlo del todo. Pero esa es precisamente la lógica que rige esta pieza: el desajuste no es un error, es una estética.
La estructura de la canción avanza en espiral, dejando rastros de emociones que no terminan de asentarse. Fragmentos de culpa, momentos de lucidez y una introspección que se agrieta aparecen y desaparecen como disparos dispersos. El título, “Buckshot” —munición de escopeta que se dispersa al impactar—, se vuelve así una metáfora precisa de ese desborde emocional que willoh decide no corregir, sino habitar.
Cada sección del tema responde a un estado de ánimo distinto. La producción cambia de textura con una fluidez casi accidental, como si cada nueva capa hubiese sido registrada en medio de un episodio emocional diferente. La confesión de la propia artista lo confirma: escribir esta canción fue atravesar un ciclo repetido de derrumbes y resurgimientos, sin encontrar una resolución definitiva.
En medio de esta inestabilidad, lo que se mantiene constante es la capacidad de willoh para darle cuerpo al vértigo. Su música no busca respuestas ni consuelo, sino registrar con honestidad lo que ocurre en el vaivén emocional de alguien que aún no encuentra su forma. “Buckshot” no cierra nada, pero deja abierta una posibilidad: la de seguir creando desde lo incompleto, como si el proceso mismo fuera la única manera de no desaparecer.











